Astrofísica

Dos sondas europeas crearán minieclipses para estudiar como nunca antes el Sol

Deberán estar a 144 metros una de la otra para que todo funcione a la perfección. Un metro más o menos impedirá que se formen estos eclipses.

Eclipses
Coronagraph (en el centro) y Occulter, en la esquina inferior tendrá la misión dr crear eclipses artificiales. ESAESA

El estudio de los eclipses ayuda a los científicos a mejorar su comprensión de la estructura del Sol y los eventos explosivos, encontrar evidencia para la teoría de la relatividad general y descubrir nuevos elementos. Por ello no es extraño que se planifiquen con años de antelación lo que ocurrirá en estos eventos. Lo que sí es raro que provocarlos. A finales de este año, la misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) enviará dos naves espaciales a la órbita de la Tierra. Al alinearlas, los científicos crearán mini eclipses de seis horas de duración, lo que permitirá estudiar la atmósfera del Sol como nunca antes.

Las naves espaciales gemelas de este proyecto se alinearán para crear frecuentes eclipses artificiales en el espacio. Coronagraph y Occulter (el nombre de las sondas) pesan 350 y 200 kilos respectivamente y mantendrán la formación con unos pocos milímetros y una precisión de segundo de arco a distancias de 144 metros más durante seis horas seguidas.

En la Tierra los eclipses duran solo entre cinco y diez minutos y ocurren una o dos veces al año. Por tanto, la nueva misión aumentará exponencialmente la cantidad de datos de alta calidad que los investigadores pueden analizar. Ser capaz de ver la corona con tanto detalle durante períodos prolongados todos los días permitirá a los investigadores estudiar cómo las tormentas solares explotan desde el sol y cómo se genera el viento solar, así como medir la producción total de energía del Sol.

La primera prueba para Coronograph y Occulter será el próximo eclipse solar del 8 de abril (solo visible en Estados Unidos), donde la Luna bloqueará temporalmente el Sol: permitirá preparar las sondas para su trabajo futuro, dicen los científicos de la misión.

Cuando esté en órbita, Occulter podrá posicionarse entre Coronograph y el Sol, de modo que bloquee perfectamente la luz solar suficiente para simular eclipses terrestres. Al hacerlo, la cámara del Coronagraph podrá enfocar la corona, que aparece como un mar arremolinado de tenues líneas de plasma cuando se ve aislada del resto del Sol.

A las dos naves espaciales les tomará alrededor de 19,5 horas completar una órbita única, alrededor de la Tierra, y estarán en formación de eclipse durante seis horas continuas en cada rotación. Mientras forman un eclipse, las dos naves espaciales estarán a unos 144 metros de distancia, lo que significa que deben estar perfectamente alineadas para que la maniobra funcione correctamente. Si las dos sondas no están sincronizadas, la sombra de Occulter podría impedir que la luz llegue al conjunto de paneles solares de Coronagraph, poniendo así en peligro la energía de la nave espacial.

Si la misión avanza según lo previsto, el lanzamiento coincidirá con el pico explosivo del ciclo de 11 años del Sol, conocido como máximo solar, que ahora se espera que esté en pleno apogeo a finales de este año y debería permitir que la misión comience a hacer descubrimientos de inmediato.