Política

El ataque de los cobardes

La izquierda rabia, como rabian todos aquellos que parodian al Papa, a Jesucristo, a la Virgen María y demás iconos del catolicismo

El delegado de La Razón en la Comunitat Valenciana, Iñaki Zaragüeta
El delegado de La Razón en la Comunitat Valenciana, Iñaki ZaragüetalarazonLa Razón

Comienza a resurgir la cruzada contra la financiación de la Iglesia por parte del Estado. Un objetivo que resulta fácil de atacar porque su santo y seña es poner la otra mejilla en lugar de de devolver ojo por ojo. No lo pueden soportar. Menos aún pueden soportar que se ocupe de lo que ellos deberían ocuparse, como es la ayuda a los más marginados, a los desahuciados, a los que prácticamente carecen de expectativas en la vida. En España y en el mundo.

La izquierda rabia, como rabian todos aquellos que parodian al Papa, a Jesucristo, a la Virgen María y demás iconos del catolicismo. Se sienten seguros ante la ausencia de represalias. No se atreven con quienes precisamente atentan contra sus demagógicas banderas. Se acojonan ante quienes ahorcan a los homosexuales por el simple hecho de serlo, a quienes lapidan a las mujeres hasta la muerte por adulterio, a quienes protagonizan auténticas barbaridades contra las personas.

Quienes tienen la vista puesta contra la Iglesia, deberían conocer que la financiación principal corre a cargo de los contribuyentes que marcan su aportación a través de la declaración de Hacienda. Los mismos que no siendo de las innumerables asociaciones inútiles, estamos obligados a ayudarles a través de los Presupuestos Generales. Los mismos que no perteneciendo a ningún partido político, vemos como parte de nuestros impuestos desembocan en ellos.

Les invito a probar suerte encomendando su financiación a la casilla voluntaria de la declaración de Hacienda. Por si les parecen pocas estas razones, amplío lo que refería al comienzo. La labor de la Iglesia es inmensa, sustituyendo de forma altruista a los Gobiernos de turno en los lugares y en los momentos de mayor dificultad y complicación. Así es la vida.