Valencia

SENTENCIA CURIOSA PARA UNA TRAGEDIA

Las personas que rechazaron las propuestas de la Fiscalía, porque siempre se sintieron inocentes, han sido absueltas, como en los juicios anteriores

El delegado de La Razón en la Comunitat Valenciana, Iñaki Zaragüeta
El delegado de La Razón en la Comunitat Valenciana, Iñaki ZaragüetalarazonLa Razón

No existe consuelo para quienes perdieron a seres queridos en el trágico accidente del metro hace casi trece años. Como no hay satisfacción para ellos, ni para los absueltos, ni para los condenados, entre otras cosas porque el proceso desde su inicio se ha teñido de politización, con lo que resulta muy cuesta arriba admitir un desenlace fiable.

No es habitual que, tras varias sentencias judiciales en las que se evidenciaba que todo había sido un desgraciado accidente, vuelva a abrirse un caso después de que la televisión entrara de lleno a reivindicar una condena a unos cuantas personas que ni conducían los vagones, ni tenían ni eran responsables de las causas por las que suceso aconteció.

Para mayor confusión, se puede comprobar cómo la sentencia final evidencia una casualidad, al menos curiosa. Las personas que rechazaron las propuestas de la Fiscalía, porque siempre se sintieron inocentes, han sido absueltas, como en los juicios anteriores. Sin embargo, las que, por causas que nadie al parecer querrá desvelar, aceptaron el intercambio de cromos con el Ministerio Fiscal de 22 meses de prisión. Por un lado, les libera de ingresar en la cárcel. Por otro, han de soportar la losa de una condena que, a juzgar por el desarrollo de este lamentable caso, no merecen.

Mi amigo Rogelio, siempre me ha hecho la misma pregunta con referencia a esta tragedia, que yo no sé responder ¿quién es el responsable de un accidente en una carretera por entrar a 120 kilómetros por hora con límite de velocidad a 40?. Así es la vida.