Coronavirus

Mentir debe resultar muy caro

El precio que deberá pagar el Gobierno tiene que estar a la altura de su actuación. No más credibilidad

Se me abren las carnes, me ascienden desde mis entrañas esos genes de gladiador que aún me quedan, cada vez que he visto las últimas comparecencias de Pedro Sánchez en esa especie de «Aló presidente» que inventó el dictador Hugo Chávez (del tal Simón prefiero callar) para informarnos del descenso en el consumo de hidrocarburos y tráfico, del aumento de la compra por internet y demás zarandajas que nada nos importan a los españoles.

Me recuerda a la frase que un gran empresario le traslada al vicepresidente de Estados Unidos en la serie «Scandal» a cuenta de que quiere convencer a senadores para hacer una guerra interesada de la presidenta «si vendes un producto malo, el precio que pagarás es que nunca más volverán a comprarte nada». Es el problema de este Gobierno para el «día después».

Nos mintió durante unas cuantas semanas negando los efectos del coronavirus y la consecuencia está siendo, es, extremadamente grave. Por tanto, el precio que deberá pagar, tiene que estar a la altura de su actuación. No más credibilidad. La excusa de los expertos encarnados en el tal Simón, no era más que otra forma de mendacidad para salvar la manifestación del 8-M en la que hasta la vicepresidenta Calvo afirmaba que les «iba la vida en ello». Y tanto. Quiero imaginar que nunca pensó que sus palabras se convertirían en un presagio tétrico. Le deseo una pronta recuperación como a todos los afectados. No sé si el Gobierno bebería de aquella frase atribuida a Hitler «las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña». Al menos espero y deseo que no se haga verdad. Así es la vida.