“En las residencias se están reportando más muertes por covid-19 de las que realmente se han dado”

Las primeras noticias que tuvimos del coronavirus es que atacaba principalmente a las personas ancianas y con patologías previas. Más de 27.00 muertes y 230.00 casos confirmados después, los datos matizan los titulares de hace dos meses. El covid-19 afecta a jóvenes aparentemente sanos y a adultos sospechosamente en forma. A pesar de ello, el foco mediático siguen centrándose en las residencias de ancianos pese a que la situación de estas instalaciones ha mejorado mucho desde el inicio de la pandemia.

A fecha de 15 de mayo de 2020, según los datos de la Conselleria de Sanidad, el 71,5 por ciento de las residencias de personas mayores de la Comunitat no tiene ningún caso confirmado de coronavirus, 234 centros sobre los 327 totales (75,8 por ciento en la provincia de Valencia, 68,3 por ciento en la de Castellón y 65 por ciento en la de Alicante). Además, la tasa de mortalidad (personas fallecidas/casos confirmados) en residencias (21,8 por ciento) está 3,47 puntos por debajo que la total en la Comunitat en mayores de 70 años (25,30 por ciento), a pesar de que casi todas las personas residentes tienen más de 80 años. Si la comparamos con la tasa de mortalidad total en la Comunitat Valenciana en mayores de 80 años (29,81 por ciento), hablaríamos de 7,98 puntos por debajo. De igual modo, el porcentaje de personas fallecidas en residencias, sobre el total de muertes por covid-19 en la Comunitat Valenciana ronda el 37 por ciento.

El presidente de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat Valenciana (Aerte), José María Toro, va más allá a la hora de defender la labor que personal sanitario y la plantilla de estos centros ha llevado a cabo a la hora de frenar la famosa curva. Según explica Toro, la metodología que emplea la Conselleria de Sanidad a la hora de registrar los contagios y decesos en las residencias de ancianos no se ajusta a la realidad. "Actualmente se contabilizan tanto las muertes de pacientes que hubieran dado positivo en test PCR como aquellos con sintomatologías compatibles, con lo que podríamos estar reportando más muertes por covid-19 en estos centros de las que realmente se han dado”.

Por ello, Toro considera que el Departamento que dirige Ana Barceló debería modificar este sistema. “O que cuente solo las muertes con PCR o que dé los datos desglosados. La Conselleria se está tirando piedras sobre su propio tejado, porque está contando de más”. De hecho, según el presidente de Aerte, si se hubieran contabilizado solo las muertes con PCR positivos, las residencias tendrían un 85 por ciento menos de las muertes que se reportaron durante el período del 24 de abril al 4 de mayo (el que se tuvo en cuenta para solicitar al Ministerio el pase de fase).

En España, el perfil de los centros es el de entidades con una media de 70 a 100 plazas. Están ubicadas en el medio rural, y generan un puesto de trabajo por cada dos usuarios. Empleo femenino, especializado y no deslocalizable que logran la estabilidad de la población, especialmente en aquellas zonas afectadas por la despoblación, según datos del Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (CEAPS).