Funcionarios

La rebelión de Compromís en el Consell

Tiene razón Gabriela Bravo para enfurecerse. Los miembros del Consell están obligados a asumir las decisiones colegiadas.

Compromís nos ha desvelado estos días que las decisiones del Consell afectan a todos los ciudadanos excepto a ellos. La coalición, a pesar de formar parte del Gobierno valenciano, se ha rebelado a través de las Conselleries que regenta contra la decisión de que los funcionarios se reincorporen al trabajo de forma presencial. No debe sorprendernos, por tanto, que Gabriela Bravo, consellera de Justicia y Administración Pública, responsable del área de los funcionarios, se muestre enojada y critique la postura insolidaria de sus compañeros de Ejecutivo: los Departamentos de Economía y Agricultura, ambas dirigidas por Compromís.

No quiero entrar en la polémica sobre la conveniencia de reinstaurar o no la asistencia presencial al trabajo de los funcionarios. El escenario es muy complicado y, hoy por hoy, persisten las dudas sobre la superación de la pandemia del coronavirus, que nos ha tenido sumidos en la mayor crisis que hemos conocido. Para eso, doctores tiene la Iglesia, aunque, como dice mi amigo Rogelio, si tomamos a la Política como Iglesia y a los políticos como doctores, convenimos que éstos no han demostrado ser acreedores de un título tan reputado como el de doctor. Desgraciadamente, han demostrado lo contrario.

En cualquier caso, tiene razón Gabriela Bravo para enfurecerse. Los miembros del Consell están obligados a asumir las decisiones colegiadas. Antes han tenido la oportunidad de discutirlas y valorarlas. No parece lo más recomendable una rebelión contra las determinaciones de un órgano del que se forma parte. Mucho menos si el resto de trabajadores públicos se encuentran en sus puestos. Derechos todos, privilegios los justos. Así es la vida.