El gallinero

PPCV debe saber: Ximo Puig no es Pedro Sánchez

El desgaste de Puig no es el de Sánchez, ni por carácter ni por los problemas por solucionar

El presidente del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV), Carlos Mazón, y todos sus colaboradores dan la impresión de tener la victoria asegurada para el gobierno de la Generalitat en las elecciones de 2023. Esa, al menos, la imagen que percibe mi amigo Rogelio y la mayoría de las personas de su entorno votantes de los populares. Coinciden en que las victorias, por más que la faciliten los contrarios, hay que trabajar para conseguirlas.

Nada más lejos de la realidad. Ximo Puig no es Pedro Sánchez ni su imagen está tan deteriorada en la sociedad valenciana como éste en la española. Como tampoco coinciden en carácter, empatía, narcisismo… lo cual le produce ventajas de las que carece el inquilino de la Moncloa.

Otro dato a favor del Molt Honorable se plasma en que los problemas que debe resolver distan leguas de los del presidente del Gobierno central. Aunque lo negativo que afecte a Sánchez afecta a su partido y a sus barones, Puig no es responsable de la inmigración, de la dependencia de los separatistas y proetarras, de la economía ni de la que de ella se desprende como el paro, el coste de la vida o el precio de la electricidad, por poner algunos ejemplos de los muchos que hay.

De ahí, que los mandamases del PPCV están obligados a ponerse el mono de faena y no dejarlo colgado en la percha del vestuario, y ocuparse en dos frentes esenciales, entre otros. Por un lado, ejercer una oposición real, como la hicieron los partidos PSPV, Compromís y Podemos cuando gobernaba el PP. Por otro, ofrecer alternativas para solucionar los problemas de los valencianos.

Año y medio, si ese es el plazo, pasa rápido. Así es la vida.