Sucesos
Renfe se exculpa del accidente de tren en Caudiel: “Nadie nos avisó de que había un incendio”
“Son los cuerpos y fuerzas de seguridad quien deben pedir la suspensión de la circulación”, aseguran desde el operador de tren
Renfe ha asegurado que antes de la salida del tren de media distancia València-Zaragoza, en el que se registró una decena de heridas al pasar por las proximidades del incendio forestal de Begís, en la provincia de Castellón, ninguna autoridad le había comunicado la existencia de un incendio próximo al trazado ferroviario.
El gestor de Infraestructuras ferroviarias (Adif) autorizó a las 16.22 horas la salida del tren de la estación de Valencia porque “no tenía conocimiento de ningún incidente en la vía en la zona”.
“Nadie avisó al gestor de infraestructuras de posible incidente en la vía”, ha informado Renfe en un comunicado.
Sobre las 17:54 horas, la maquinista detuvo el convoy al observar “una intensa lluvia de cenizas y humo” y se puso en contacto con el Puesto de Mando Circulación para preguntar si existía algún incendio en las proximidades. El Puesto de Mando le informó que desconocía esa información “tanto en ese momento como en el momento de la salida del tren desde Valencia”.
El protocolo establece que la autoridad, operador o gestor de la infraestructura que detecta primero un incidente en la vía debe comunicarlo al resto para la toma de medidas de acuerdo con las circunstancias, y según Renfe son los cuerpos y fuerzas de seguridad quien deben pedir la suspensión de la circulación porque “son los que tienen conocimiento de incidentes en el entorno que afectan a la vía”.
Durante la conversación con su superior, la maquinista observa que hay llamas en las proximidades y comunica que va a cambiar de cabina y retroceder, una decisión que es autorizada por el puesto de mando, que le indique que circule hasta Caudiel, donde estarán movilizadas las fuerzas de seguridad y servicios sanitarios.
En el proceso de cambio de cabina, se producen en el interior del tren situaciones de tensión y alarma entre los 49 pasajeros que viajan en el convoy debido a que varios de ellos quieren abandonar el tren y lo hacen a pesar de las advertencias de la maquinista de que no es seguro.
Al romper algunos pasajeros las ventanas de emergencia con los machos, se activan los sistemas antiincendios y freno automático, lo que obliga a la maquinista a rearmar el tren para reiniciar la marcha y retroceder, lo que retrasa el inicio de la operación.
Según la versión de Renfe, que ha abierto una investigación interna para esclarecer los hechos, a las 18:20 la maquinista reanuda la marcha, recogiendo a personas que van corriendo por las inmediaciones de la vía en dirección Caudiel, algunas de ellas con quemaduras de distinta consideración.
El comunicado asegura que ni Adif ni Renfe recibieron “notificación alguna de posible incidencia en la vía o de que la zona estaba en desalojo por parte de ningún organismo. Tampoco fueron informadas de que las condiciones del incendio cambiaron drásticamente respecto a la mañana, cuando un tren de Media Distancia de Renfe realizó el mismo recorrido (Valencia-Zaragoza) sin detectar ninguna anomalía en la vía”.
La primera comunicación que Adif recibe sobre complicaciones en la circulación por el incendio procede de la maquinista, que primero detecta humo y cenizas en la zona y luego la cercanía del incendio.
Adif y Renfe aseguran que han cumplido el protocolo interno, que recoge que la primera que tenga conocimiento, tanto de forma directa como indirecta, de alteraciones en las condiciones de circulación en la vía debe avisar a la otra para activar los mecanismos de prevención y actuación.
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