Política

Ximo Puig apoya la reforma del delito de malversación, “está garantizado que los corruptos no se ven mejorados”

Afirma que el Gobierno trabaja para abordar una situación “compleja”

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, presenta el plan Valenciano de Acción en Salud Mental, Drogodependencias y Conductas Adictivas, centrado en los jóvenes, las mujeres y los colectivos más vulnerables
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, presenta el plan Valenciano de Acción en Salud Mental, Drogodependencias y Conductas Adictivas, centrado en los jóvenes, las mujeres y los colectivos más vulnerablesAna EscobarAgencia EFE

La reforma del delito de malversación sigue marcando la agenda política. Mientras en Moncloa se esfuerzan por ver cómo argumentan este cambio, el pronunciamiento de los líderes territoriales es clave. De momento, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha encontrado un aliado en el de la Generalitat valenciana. Ximo Puig ha señalado este lunes sobre la posibilidad de que se rebajen penas en una reforma del delito de malversación que “los corruptos no se pueden ver mejorados por esta situación”, algo que según ha dicho parece que “está garantizado” y cree que es “el camino correcto”.

El jefe del Ejecutivo valenciano se ha pronunciado sobre esta cuestión en un acto que tenía programado en la localidad valenciana de Sagunto, algo que declinó durante la presentación del Plan de Salud Mental, al que asistió a primera hora de la mañana. A preguntas de los medios de comunicación sobre la posible reforma de este delito que se trata de una “situación compleja que hay que abordar en toda su amplitud”, y hay que ver cómo acaba este debate.

No obstante, Puig ha manifestado que en términos políticos se posiciona claramente a favor de que “no se aflojen las penas a aquellos que traicionan la voluntad de las personas que finalmente han decidido que les representen”.

La Agencia Antifraude, en contra

Por su parte, el director de la Agencia Antifraude, Joan Llinares, considera que la reforma del delito de malversación puede suponer un retroceso en la lucha contra la corrupción. Ha explicado la opción de generar un tipo reducido en el que se diferencia si hay o no hay lucro, puede hacer perder de vista que el bien protegido por el delito es el erario, el patrimonio público, y ha dicho que en ocasiones puede ser muy difícil reconocer si hay o no enriquecimiento.

Además, ha puntualizado que este enriquecimiento puede no ser inmediato “como es el caso de las puertas giratorias” con las que la persona puede obtener su beneficio años después.

Llinares, que no ha querido opinar sobre causas judicializadas como Alquería o Taula, ha dicho que su opinión contraria sobre la reforma del delito del malversación era compartida con otros directores de agencias Antifraude con los que ha hablado.

Si que ha celebrado la inclusión del enriquecimiento ilícito o “fortunas sucias”, es decir, aquellas que o se pueden justificar y que hasta ahora no era delito, y ha puesto el ejemplo de una persona a la que le encontraron un millón de euros en una armario y dijo que alguien que habría intervenido en la reforma de su casa se lo habría dejado allí, sin que ello fuera delito. De todos modos, se ha preguntado por qué el delito comenzaba a partir de los 250.000 euros, y no de los 100.000