Protestas por el Tajo-Segura: Los regantes exigen a Ximo Puig que frene el «fanatismo» contra el trasvase

Incertidumbre, temor y mucha indignación. Estos tres sentimientos se mezclan casi a partes iguales entre los regantes que dependen de los caudales del trasvase Tajo- Segura.

Esta mañana martes han protestado ante las puertas del Palau de la Generalitat portando pancartas en las que se leía «Sin agua, desierto y paro», «Nos estáis ahogando, y no con agua», «Defendamos la huerta de Europa».

Las comunidades de regantes de la Vega Baja y Murcia reclamaron «oxígeno» para esta infraestructura y denunciaron el «fanatismo» de la ministra de Transición Ecológica, la socialista Teresa Ribera.

Los manifestantes, que han sido recibidos por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reivindican que se mantenga la disposición novena, aprobada el mes pasado en el marco del Consejo del Agua, que introduce un mecanismo corrector por el que no será necesario revisar y aumentar los caudales ecológicos si la calidad ambiental del agua a su paso por Aranjuez es buena.

De este modo, si se cumplen los objetivos ambientales fijados para esas masas de agua no será necesario aplicar el incremento de caudal previsto en el plan hidrológico partir del 1 de enero de 2026, con el que el caudal ecológico pasaría de 6 a 7 y posteriormente a 8,6 metros cúbicos por segundo.

Se trata de un acuerdo que según aseguran los asistentes al Consejo Nacional del Agua, el secretario de Estado del Ministerio para la Transición Ecológica, Hugo Morán, puso en duda, ya que desvinculó la mejora de la calidad del agua del caudal ecológico, según informa Efe.

De hecho, el Gobierno valenciano hizo público un informe encargado a la Abogacía de la Generalitat en el que se argumentaba que el citado acuerdo debía cumplirse independientemente de las sentencias del Tribunal Supremo en las que Morán apoyó el discurso que tanto ha preocupado a los regantes.

Dicho informe concluye que el Tribunal Supremo no se pronuncia en ningún momento sobre el aumento de los caudales ecológicos, sino que únicamente señala que hay que fijarlos.

Asimismo, indica que, a la hora de establecerlos, se ha de tener en cuenta una serie de variables, no solo ecológicas, sino también socioeconómicas, y que la fijación de esos caudales no puede realizarse de manera indiciaria y sin la debida justificación.

Tras la reunión con Puig, el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura (Scrats), Lucas Jiménez, dijo que el jefe del Consell se comprometió a seguir peleando por «la supervivencia del trasvase».

Por su parte, el presidente del PPCV, Carlos Mazón, exigió que no se recorte el trasvase por «motivos políticos», tal y como se está haciendo en estos momentos. “Llevamos más de 22 recortes del Tajo-Segura sin un solo informe técnico que lo acredite”, ha denunciado y, si bien ha dicho comprender “que el Tajo necesita un caudal ecológico”, ha manifestado que “no se puede recortar sin ningún dato, simplemente por presiones políticas”.