El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Elda ha decretado este sábado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para un hombre de 42 años al que se atribuyen diez delitos de agresión sexual, dos de ellos con acceso carnal, cometidos en Elda y Petrer (Alicante) entre los años 2017 y 2025.

El juez ha acordado inhibirse de las actuaciones relacionadas con varios de esos delitos en otros juzgados de Elda que incoaron en su día diligencias previas tras recibir diferentes denuncias, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

En algunos casos esas causas fueron archivadas provisionalmente con el paso del tiempo por falta de autor conocido y deberán ser ahora reabiertas tras la detención del sospechoso y la existencia de indicios que apuntan a su presunta participación en esos delitos.

El arrestado está investigado inicialmente, sin perjuicio de lo que determine el avance de la investigación, como presunto autor de 10 delitos de agresión sexual, dos de ellos cometidos presuntamente con acceso carnal, por hechos sucedidos entre los años 2017 y 2025.

Agentes de la Policía Nacional informaron este viernes de la detención en Petrer (Alicante) del hombre de 42 años por su presunta implicación en once agresiones sexuales con diez víctimas diferentes, pues a una de ellas la agredió dos veces en años distintos.

Todas las víctimas son mujeres de edades comprendida entre los 18 y 52 años y el detenido fue identificado tras una larga y compleja investigación desarrollada en el marco de la operación Saolín, que comenzó en 2017 tras recibir varias denuncias de agresión sexual que mostraban un modus operandi similar y una misma descripción del autor.

Las agresiones continuaron en diferentes momentos de los años siguientes, teniendo lugar la primera de ellas en un descampado de Petrer y la última en mayo de este año; en todos los casos, el agresor abordaba a las víctimas por la espalda, en horario nocturno o de madrugada y en entornos cercanos a los domicilios de las propias víctimas.

El esclarecimiento de los hechos, que según la Policía estaban generando "una gran alarma social" en los municipios de Elda y Petrer, ha requerido un largo proceso debido a la intermitencia de las agresiones, la escasa información inicial disponible, y la ausencia de pruebas concluyentes durante los primeros años.

La investigación logró identificar un patrón criminológico claro y conseguir los elementos probatorios necesarios en una de las últimas agresiones, gracias a los que fue posible señalar al presunto autor.

También se pudo acotar la actuación del presunto autor a una zona concreta, cercana a su domicilio. Se emplearon técnicas avanzadas de reconstrucción de hechos e identificación personal, y se contó con la colaboración de la Sección de Análisis de Conducta adscrita a la Unidad Central de Inteligencia Criminal de la Comisaría General de Policía Judicial de la Policía Nacional, que aportó datos clave sobre el comportamiento del agresor.

El varón fue finalmente identificado y detenido en Petrer durante un dispositivo en el que se llevó a cabo una entrada y registro en su domicilio.

Durante el registro de su vivienda se hallaron elementos que lo vincularía presuntamente con las agresiones sexuales que se le atribuyen. Además, han sido determinantes los análisis de las muestras de ADN que fueron recogidas a lo largo de toda la investigación que han permitido confirmar su presunta implicación en los hechos, según las fuentes policiales. EFE

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