Compromís teme fugas en el partido si se rebaja el listón electoral

La unidad que pretende trasladar a la opinión pública la formación Compromís es mas de atrezo que nunca, y eso que el la coalición son expertos en navegar en aguas revueltas.

La posibilidad de que el presidente Puig plantee una rebaja electoral del cinco por ciento actual al tres por ciento no ha hecho sino inquietar más a la dirección de los nacionalistas, sobre todo a la corriente de Més Compromís que teme que alguna de sus figuras más destacadas trataran de buscar suerte electoral en otras formaciones con posibilidades de jugar en la liga de los electos en la próxima legislatura sobre todo si el listón se rebaja. La miradas tanto de los que lo temen como de los que ansían dicha rebaja electoral están puestas en Podemos pero también en Esquerra Unida

Esta última formación, heredera del Partido Comunista que aún forma una corriente interna, ha sido la madre política de muchas figuras que hoy forman parte de Compromís. De hecho, tanto Mireia Mollà como Mónica Oltra provienen de EU de la que fueron expulsadas en 2007.

Tanto la una como a otra forman parte de las afrentadas del partido. Oltra, por ser obligada a dimitir por el escándalo que afecta a su exmarido y salpica de lleno a la Conselleria que dirigía, al tratar, presuntamente de ocultar los abusos sexuales a una menor por los que su ex ha sido condenado en sentencia no firme.

Mollà, por su parte, sangra por la herida de haber sido fulminantemente destituida como consellera por su compañera de partido, la vicepresidenta Aitana Mas.

Por otra parte, el hecho de que Podemos revalidara su condición de parlamentario, algo de lo que las encuestas dudan si no se rebaja el listón, restaría escaños a los nacionalistas.

Así las cosas, algunos desafectos están a la espera de esa hipotética rebaja del listón para ofrecerse a buen precio a otras formaciones.

Mientras tanto, desde Presidencia se piensan muy mucho lo que hacer y realizan proyecciones con ciento y una variable, pero lo cierto es que se frotan las manos ante la posibilidad de que un Compromís divido pierda poder, e incluso, que el voto a la izquierda del PSOE se atomice y se divida en más formaciones que, superando el tres por ciento, apuntalen un nuevo Botànic en el que el PSPV tendría un papel predominante ante el empequeñecimiento de sus socios.

La posibilidad de que se plantee esta rebaja electoral es cierta si bien pierde posibilidades a cada día que pasa. Y caso de producirse, las fugas de votos en un sentido u otro no serían de extrañar entre diputados que no repetirán la legislatura próxima.