El delito de exceso de velocidad repunta en Valencia en 2024

Los delitos por exceso de velocidad han crecido casi un cincuenta por ciento en la ciudad de Valencia entre el año 2023 y 2024, pasando de los 53 delitos cometidos en 2023 a 76 registrados al año siguiente. Y ello pese al esfuerzo de la Policía Local de Valencia que ha controlado a través de sus radares tanto fijos como móviles, casi diez millones de vehículos cada año.

Así, durante el año 2023 se controlaron 9.260.158 vehículos, de los que 9.082.713 fueron vigilados por los distintos radares fijos instalados en distintas vías de la ciudad de Valencia, y 177.445 fueron detectados por radares móviles instalados en distintos puntos de la ciudad. A partir de las imágenes captadas por los radares y de la consiguiente certificación de la velocidad a la que circulaban los vehículos, se cursaron 44.843 denuncias en 2023, de las que casi 40.000 fueron por imágenes de los radares fijos, y algo más de cinco mil, por radares móviles.

Estas denuncias derivaron en 53 casos en delitos por exceso de velocidad regulado por el artículo 379.1 del Código Penal que establece que se considera delito penal cuando un conductor supera los 60 kilómetros por hora por encima del límite permitido en vías urbanas.

Sin embargo, estos datos repuntan casi un cincuenta por ciento más en el año 2024.

De los 9.833.079 controles realizados, se derivaron 63.565 denuncias, y de éstas, 76 fueron por delitos de exceso de velocidad, casi un cincuenta por ciento más en relación con el año anterior.

Tal y como explican desde la Policía Local de Valencia, «el exceso de velocidad es el principal causante de los siniestros viales con una lesividad mayor. En las vías urbanas conviven un importante número de usuarios, la mayoría de ellos vulnerables; peatones, ciclistas, VMP, motocicletas y ciclomotores, y detrás de los fallecidos por siniestro vial en la ciudad de Valencia en los años 2024 y 2025, no hay ninguno que no pertenezca a este colectivo».

Y ponen el ejemplo de que una colisión a 50 kilómetros por hora equivale a caer desde un tercer piso, mientras que una colisión a 120 kilómetros por hora equivale a caer desde el piso 14.

La energía cinética del vehículo de mayor masa, acabará provocando la muerte del usuario más vulnerable. Si se respetaran los límites de velocidad, el siete por ciento de los atropellos se evitarían, porque el tiempo de reacción y parada del vehículo lo permitiría, según la Policía Local.

Para rebajar la gravedad de las lesiones en los siniestros viales, es necesario controlar los excesos de velocidad, siempre atendiendo a los indicadores de siniestralidad del Departamento de Análisis de la Siniestralidad de la Policía Local de Valencia que marca aquellos cruces y tramos de concentración de siniestros viales en los que el exceso de velocidad es un factor fundamental.

Así, desde Movilidad se decidió el año pasada instalar «cabinas» para instalar en su interior los radares, si bien no todas las cajas contienen los detectores de velocidad. Estas cabinas se instalaron en Hermanos Machado, calle de Antonio Ferrandis, en el Camí Nou de Picanya, avenida de Fernando Abril Martorell , y avenidas de Tarongers y Mestre Rodrigo.