Infraestructuras

La fecha que cambió para siempre la planificación hidrológica en España: 18 de junio

El PHN hubiese permitido conectar las cuencas para envíos puntuales de agua

Unas pancartas que rezan 'El Levante sin agua, se muere' y 'En el Levante sin agua, desierto y paro' en la manifestación por la defensa del trasvase Tajo Segura ante la sede del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Unas pancartas que rezan "El Levante sin agua, se muere" y "En el Levante sin agua, desierto y paro" en la manifestación por la defensa del trasvase Tajo Segura ante la sede del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto DemográficoA. Pérez MecaEuropa Press

El 18 de junio de 2005 cambió para siempre la historia de la planificación hidrológica, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto-Ley por el que se modificaba la Ley 10/2001, de 5 de junio, es decir el Plan Hidrológico Nacional que tantos esfuerzos costó cerrar. La clave de la publicación de este decreto ley es que derogaba los artículos que preveían transferencias de agua entre el Bajo Ebro y las cuencas hidrográficas de Cataluña, Júcar, Segura y Sur, o lo que es lo mismo, el trasvase del Ebro.

Se cumplía así uno de los principales compromisos electorales del PSOE y, especialmente, uno de los caballos de batalla de la entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Aseguró que los 350 hectómetros cúbicos que preveía este trasvase se sustituirían mediante medidas menos agresivas con el medio ambiente, menos polémicas y sobre todo, más rápidas.

Narbona se refería a la construcción de siete plantas desalinizadoras y la ampliación de la de Xàbia que debían aportar más de 200 hectómetros cúbicos al año de esa agua que, como rezaba el eslogan del Ministerio, sería más rápida, de mayor calidad y más barata.

Moncofa, Oropesa, Dénia, Torrevieja, Guardamar, Mutxamel/Campello y Sagunto fueron las localidades elegidas. Dos de ellas, la de Torrevieja y la de Sagunto han vuelto a ser noticia en los últimos meses.

Torrevieja, la factoría del agua

La primera ha puesto en pide de guerra a San Miguel de Salinas, ubicado en la comarca de la Vega Baja. Rechazan la planta solar que el Gobierno central tiene planeado instalar allí para que surta de energía a la desalinizadora de Torrevieja, reduciendo costes de producción, cuando las instalaciones de la desaladora se amplíen.

La de Torrevieja es la desaladora de mayor capacidad de producción de Europa.Tiene capacidad de suministrar 240.000 metros cúbicos al día. 80 hectómetros cúbicos al año que se convertirán en 120 cuando se culmine la ampliación anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en plena crisis de sequía con Barcelona y en la que la desaladora de Sagunto se convirtió en fundamental.

Las lluvias de los últimos meses no han hecho necesaria llegar a activar este mecanismo de urgencia. La previsión era que llevar dos barcos al día, con 20.000 metros cúbicos cada uno de ellos.

Conectar España

El proyecto del trasvase del Ebro hubiese permitido tener conexiones para realizar, si no trasvases de manera continuados, sí envíos puntuales, de ahí que la construcción de infraestructuras similares nunca haya caído del todo en el olvido.

Los esfuerzos del Gobierno valenciano de intentar que la obra no se revirtiera no tuvieron resultados. El entonces conseller de Obras Públicas, José Ramón García Antón, pidió que, al menos, se respetara la reserva de suelo realizada de los terrenos por los que se había planeado su construcción.

El 18 de febrero de 2004 el presidente del Gobierno, José María Aznar, asistía al acto de colocación de la primera piedra de este trasvase en Huércal-Overa (Almería). El punto elegido fue simbólico, pues estaba a cientos de kilómetros del punto inicial por el que debía discurrir el agua.

Olvidado este trasvase, los esfuerzos se centran ahora en mantener el trasvase Tajo- Segura que garantiza la supervivencia del campo alicantino y murciano.