El día de la dana

La Generalitat valenciana acusa al Gobierno de mezclar datos para eludir su responsabilidad en el Poyo

"¿Por qué no avisó cuando el caudal era cuatro veces el del Ebro?"

Búsqueda de desaparecidos en el barranco del Poyo
Búsqueda de desaparecidos en el barranco del PoyoAgencia EFE

Mientras el juzgado de Primera Instancia número 3 Catarroja y un equipo especial de fiscales constituido para tal efecto coordinan las diligencias de investigación sobre la dana, la Generalitat valenciana y el Gobierno central mantienen una batalla pública sobre quién tuvo la responsabilidad de que la rambla del Poyo se desbordara sin que se pudiese avisar a la población.

Según la Generalitat, el Gobierno mezcla datos y versiones porque sabe que durante dos horas y media hubo un apagón informativo que confirma la CHJ: "nadie mandó un e-mail, nadie realizó una llamada, nadie informó de la crecida del caudal".

Mérida se ha pronunciado en estos términos en respuesta a las declaraciones de Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. "Los hechos recientes evidencian una gestión desigual de la comunicación durante el episodio de crecida. Mientras que en la mañana se emitieron avisos puntuales sobre la evolución del caudal, en la tarde se produjo un silencio informativo de más de dos horas y media, justo cuando la situación se agravaba rápidamente", ha reiterado el secretario autonómico.

"La prueba es que, en el suceso de la mañana, sí se notificó por correo electrónico", ha explicado Mérida. "A las 11:06 se alertó de que el caudal había superado los 150 m³/s y que circulaban 264 m³/s con tendencia ascendente. Posteriormente, a las 13:42 y 14:04, se enviaron correos informando que el caudal había disminuido a 120 m³/s con tendencia descendente. A las 15:04, se notificó que el caudal continuaba descendiendo a 55 m³/s y a las 16:13, en 29 m³/s, siempre con tendencia descendente".

Sin embargo, según la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), “a las 17:00 detectaron que el caudal empezaba a subir, y a las 17:30 ya se había superado el umbral que había motivado la alerta hidrológica de la mañana. A pesar de esto, no informaron a nadie, guardaron silencio durante más de dos horas y media y, aunque había representantes en el Cecopi, no transmitieron ninguna alerta sobre la evolución del caudal”.

No fue hasta las 18:43 cuando finalmente enviaron un correo electrónico avisando de que el caudal había superado de nuevo los 150 m³/s y que en ese momento estaban circulando 1.700 m³/s, una cifra alarmante, equivalente a cuatro veces el caudal del Ebro”, ha denunciado Mérida. “Durante ese tiempo crítico no se emitió ningún otro aviso, ni por correo, ni por llamada telefónica, ni presencialmente en el Cecopi”. El secretario autonómico ha recordado que el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, reconoció que “no se proporcionó información sobre la Rambla del Poyo”.

Por otro lado, Mérida ha asegurado que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, “mezcla conscientemente datos de lluvias y datos de caudales”. “Traducir las lluvias en caudales no resulta nada sencillo, y menos desde un gabinete de emergencias. Por eso, la normativa establece que es la Confederación la que debe avisar de los caudales circulantes por los ríos y barrancos y prevenir del riesgo de desbordamiento”, ha incidido.

El secretario autonómico ha remarcado que no se cuenta con el Sistema de Alerta Temprana, como sí dispone la Confederación del Ebro, lo que impide disponer de estos datos: “Se ha contratado por emergencia ese complemento para el sistema que permitirá convertir rápidamente las lluvias en caudal y así lo admiten en el informe de contratación”.

“Por lo tanto, las últimas declaraciones de la CHJ y delegada del Gobierno insinuando que con los datos de pluviometría, el centro de emergencias debía haber supuesto cuánto caudal iba a circular por la rambla del Poyo, solo pueden tener dos explicaciones, o que tienen un profundo desconocimiento del funcionamiento hidráulico de una cuenca hidrográfica o que pretenden confundir a la opinión pública y esconder el vacío informativo”.