Tragedia en Valencia

Nueve muertos, entre ellos la familia con un bebé de 15 días, en el incendio de Valencia

La Policía Científica varía la cifra inicial de diez cadáveres por solo nueve, por lo que queda por localizar a una persona desaparecida tras el incendio

INCENDIO VALENCIA
INCENDIO VALENCIAAntonio CruzLa Razón

El día de ayer amaneció en Valencia sombrío y triste, con la negrura del edificio aún humeante del barrio de Campanar, en la calle del Poeta Rafael Alberti, número dos.

Totalmente desnudo y negro, el inmueble de catorce plantas estaba íntegramente calcinado, y aún se daban rebrotes de fuego en algunas viviendas como últimos estertores de la tragedia.

Desde antes del amanecer, los bomberos trataban de constatar el estado del esqueleto de hormigón para descartar un colapso de la estructura y un derrumbe del mismo. Las enormes escaleras y el dron de la UME escudriñaban las distintas plantas: «Las de arriba están más calientes, esta noche la temperatura ha superado los ochocientos grados», explicaban los bomberos.

Hasta poco antes de la doce del mediodía no llegó la confirmación y con ella la orden de que los equipos mixtos de bomberos y policía científica se introdujeran en las entrañas del desastre.

La comisión judicial que se desplazó al lugar del siniestro hacía prever noticias poco halagüeñas. La magistrada de Instrucción 10 junto al letrado de la Administración de Justicia de su juzgado y cuatro equipos forenses pronto notificaron el levantamiento de los restos mortales de cinco posibles víctimas y ordenaron que se les realicen las correspondientes autopsias y se practiquen las diligencias necesarias para su identificación.

Mientras, los familiares de los desaparecidos desfilaban por el Centro de Turismo (CdT) para dejar muestras de ADN con la esperanza de que no se hallara semejanza con el de los restos ya recuperados del edificio.

A primera hora de la tarde, la delegada del Gobierno confirmaba que ya eran diez los alzamientos de cadáveres realizados.si bien la Policía varió la cifra más tarde y dijo que eran solo nueve.

Y surgía un rayo de esperanza al aparecer vivas cuatro de las personas que constaban en la lista de desaparecidos: un joven matrimonio con dos hijos que estaban fuera de Valencia por motivos laborales.

Con el cambio en la información facilitada por la Policía, los agentes seguían la búsqueda de la décima persona que figura en la lista de desaparecidos y que, según los datos de la Policía facilitados a las 20 horas, no habría aparecido todavía.

Desde las siete y media de la mañana las autoridades se desplazaron nuevamente al lugar de los hechos, se habían ido pocas horas antes, entrada la madrugada.

A esa hora comenzó la reunión en el puesto de mando avanzado que se dispuso frente al edificio desde el comienzo del incendio. Poco después de las ocho y media de la mañana el recuento arrojaba la cifra de la noche: cuatro muertos detectados por el dron y catorce desaparecidos.

La tragedia fue tomando forma primeramente en un joven matrimonio con un hijo de tres años y otro de apenas quince días. Al parecer fueron los protagonistas del terrible hallazgo del dron.

Durante la mañana se fue conociendo la identidad de otros desaparecidos: una pareja de ancianos y una profesora de Filosofía del Instituto de Educación Secundaria de Malilla.

La alcaldesa de Valencia y el presidente de la Generalitat desplegaron una batería de medidas para aplacar el dolor de los afectados por el incendio pero también sus necesidades materiales.

La primera edil anunció que el edificio de 131 viviendas reciente adquirido en el barrio de Safranar y que se iba a destinar a alquiler social, se destinaría inmediatamente para realojar a los afectados. Además, la Generalitat anunciaba subvenciones diversas.

En los rostros tanto del presidente como de la alcaldesa se vislumbraba el trance por el que atravesaban, probablemente el más grave en la vida política de ambos. La alcaldesa también informó de los tres días de luto que se extenderán hasta el lunes a las doce del mediodía.

Por parte de la Generalitat, el presidente Mazón extendió el luto a la Comunidad Valenciana aunque dijo que serían los ayuntamientos los que, con su autonomía, decretarían las medidas de duelo que consideraran oportunas. También anunció un servicio de asistencia psicológica permanente que se prolongará durante los próximos meses para los afectados.

Si la respuesta de la Administración fue rápida, más lo fue la de los vecinos de Campanar primero, y luego los de toda Valencia, que se volcaron en una ola de solidaridad y llenaron en minutos varios bajos de la zona con ropa, alimentos, útiles de higiene y todo lo que podían necesitar los despojados de todo. El arzobispado de Valencia también mandó a un representante y ordenó a todos los párrocos de Campanar que canalizaran también la ayuda a los afectados. De hecho, algunas parroquias están recibiendo también las donaciones de la gente porque los primeros locales donde se recogían están saturados.

Hacia el mediodía cursó visita al lugar de los hechos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien fue informado de la situación tanto por el presidente de la Generalitat como por la alcaldesa de Valencia y los representantes de los cuerpos de seguridad en el Puesto de Mando Avanzado.

Sánchez mostró toda la solidaridad de España con los valencianos y destacó el papel de los cuerpos nacionales de la Policía y de la UME.

No anunció ayudas ni medidas concretas, como tampoco lo hizo la ministra de Universidades, la valenciana Diana Morant, que el jueves estaba en Valencia y también se desplazó al incendio, al igual que en la mañana de ayer.

La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, sí que anunció que la Delegación habilitaría el lunes un servicio para poder documentar y acreditar de forma rápida a todas las personas que salieron corriendo de sus domicilios sin coger ni siquiera su documentación.

Muchos de ellos están alojados en el hotel Valencia Palace de la Alameda, donde también se centralizó desde el primer momento el trabajo de los equipos de apoyo psicológico que asistían a los afectados y trataban de acompañarlos en el estado de conmoción. Otros hoteles de la ciudad también alojan a damnificados y muchos prefieren el calor y cariño de las viviendas de los familiares.

Al cierre de esta edición, la Policía científica realizaba una segunda inspección con el corazón en un puño y el deseo de no hallar más cuerpos en la tragedia.

El juzgado abre investigación y decreta el secreto

►La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia abrió ayer diligencias previas para investigar las causas y circunstancias del incendio registrado ayer en un bloque de viviendas del barrio de Campanar y decretó el secreto de las actuaciones a fin de proteger las pesquisas policiales y la intimidad de las víctimas y sus familiares.

La magistrada tomó esta decisión tras recibir un avance del atestado policial, al hallarse en funciones de guardia de incidencias, y sin perjuicio de las medidas que puedan adoptar en los próximos días los restantes órganos judiciales, así como el juzgado que finalmente asuma la causa.