Cultura

Las muchas caras de Vicente Blasco Ibáñez

Una exposición en el Museo de Cerámica de Valencia reivindica al genial escritor

Las muchas caras de Vicente Blasco Ibáñez, en una exposición en el Museo de Cerámica de Valencia
Las muchas caras de Vicente Blasco Ibáñez, en una exposición en el Museo de Cerámica de ValenciaLa Razón

Vicente Blasco Ibáñez, quizás, como nunca se ha visto. Una nueva exposición en Valencia, en el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, reivindica otras facetas, algunas desconocidas, del genial literato valenciano, una de las figuras más relevantes de las letras españolas. Lo hace desde la caricatura, el humor, la escultura y, sobre todo, la mirada que otros ilustradores y artistas tuvieron hacia el escritor de «Cañas y barro» y «La barraca». Porque el nuevo proyecto del González Martí, que se podrá visitar hasta el mes de agosto, también redescubre al visitante precisamente los diseños que el propio fundador del museo, Manuel González Martí, realizó cuando era muy joven. Lo hizo bajo el seudónimo de de Folchi y se convirtió así en uno de los primeros caricaturistas que retrató a Blasco Ibáñez en clave humorística.

«Blasco en otro formato. Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928)» es una muestra que ha nacido con el objetivo de rendir homenaje al escritor valenciano y dar a conocer el patrimonio documental y artístico custodiado por la institución, referente al vínculo de Manuel González Martí con el autor de ‘Entre naranjos’. A través de ese recorrido gráfico, desde esculturas a documentos y caricaturas, la muestra recorre la carrera del conocido autor, fundador del periódico «El Pueblo» y uno de los primeros valencianos que triunfó en Hollywood.

Para ello, la exhibición se divide en cuatro apartados. En el primero, «Valencia: Atenas del Mediterráneo» se pone de relieve la comparación que el escritor realiza desde su diario entre la griega Atenas y Valencia. Ambas ciudades, Atenas en el pasado y Valencia a principios de siglo, cuentan con grandes artistas: «… nos enorgullecemos contando la brillante legión de artistas salida de nuestro seno, desde eminentes Sorolla y Benlliure, hasta los jóvenes y ya notables Fillol y Benedito; hablamos con justísima satisfacción de la prensa valenciana, que es la mejor de toda España; de nuestros poetas, de nuestros oradores, de este pueblo que siente instintivamente todas las delicadezas de lo bello», rezaba el escrito del valenciano.

En segundo lugar, en «Blasco Ibáñez entre líneas de lápiz» se presentan primeras ediciones de sus más célebres novelas custodiadas, la mayor parte, en la biblioteca del museo gracias a la donación de su hijo, Mario Blasco, que realizó en 1963. La publicación de la novela «La barraca» en Madrid (1899) marca el primer escalón que lleva a Blasco Ibáñez a la cima de la gloria literaria. El éxito de su traducción en Francia en 1901 iniciaba el reconocimiento internacional del autor pero no es hasta 1918 cuando se consagra como gran autor internacional con la novela «Los cuatro jinetes del apocalipsis», obra que rápidamente se convirtió en «best seller». Tal fue su reconocimiento que fue propuesto al Premio Nobel de Literatura.

En el tercer apartado, «Blasco en la memoria», el visitante al González Martí rememorá algunas de las iniciativas que no se pudieron llevar a cabo en Valencia para recordar al genial escritor. El proyecto de crear un espacio donde el recuerdo de la figura de Vicente Blasco Ibáñez necesitó más de tres décadas para ser llevado a cabo. Fue González Martí quien logró recuperar y reunir una colección de piezas en una sala dedicada al novelista. Este espacio estuvo abierto al público hasta 1990, año en que se remodeló el museo. Actualmente, gran parte de los objetos que configuraban esta sala se encuentran depositados en la Casa-Museo Blasco Ibáñez.

Finalmente, la cuarta y última parte acaba siendo un homenaje y puesta en valor a la figura de Manuel González Martí y a sus vínculos con Vicente Blasco Ibáñez.