Martín Carpena, la víctima de ETA de la que nadie se acordó en la gala de los Goya
Da nombre al pabellón en el que se celebraron los premios del cine español, pero no hubo ningún gesto hacia el ex concejal de Málaga
Los nombres de los estadios se dicen casi de corrido. Sin pensar qué significan, ni si se refieren a una leyenda local, a un barrio o a un ex presidente. Uno de esos ejemplos es el del Palacio de Deportes José María Martín Carpena, espacio en el que -además de hacer de «casa» del Unicaja- la capital de la Costa del Sol alberga todo tipo de eventos. El último, la gala de los Goya, donde nadie miró hacia el señor que daba nombre al lugar.
En ello sí se fijó el escritor Fernando Aramburu («Patria», Tusquets), que esta mañna hacía saltar la liebre: «¿De qué me suena este nombre? ¿Alguno de los refulgentes y felices asistentes hizo alusión a esta persona?», escribía en Twitter esta mañana.
Toda la ironía del mundo para recordar al que fuera concejal del Partido Popular de Málaga de 1997 al 15 de julio de 2000, día de su muerte. Esa noche de verano, mientras se subía al coche oficial. Se dirigía al Pregón de la Biznaga acompañado de su mujer y su hija (menor de edad), pero el etarra Igor Solana quiso que eso no fuera así mediante cuatro disparos que impactaron en el político. Tres meses después, el autor de los hechos sería detenido junto a Harriet Iragi, conductor del coche en el que huyeron, y condenado posteriormente a 30 años de prisión.
Es el resumen de la historia obviada en la gala del cine español, una cita anual habituada a reivindicaciones, pero que no siempre tiene la memoria que debería.