Sección patrocinada por sección patrocinada

Cultura

“Baron Noir”, la serie maquiavélica que gusta a Iglesias y a Sánchez

La trama cuenta las intrigas políticas de un alcalde ficticio de Dunquerque que despliega la corrupción, la traición y una política radical de izquierdas como sus señas de identidad

Imagen de la serie "Baron Noir"
Imagen de la serie "Baron Noir""Baron Noir"

En la emblemática ciudad de Dunquerque, donde los nazis obtuvieron una escalofriante victoria sobre los aliados, se desarrolla la acción de “Baron Noir”, la serie que, según han publicado, tiene enganchados a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. La producción, que emite HBO en España, narra las batallas políticas y judiciales de Philippe Rickwaert, alcalde y miembro del parlamento francés, un verso suelto del partido socialista del país, que no duda en desplegar todo tiempo de artimañas para hacerse con el poder absoluto y para aniquilar a los rivales políticos. Corrupción, mentiras y traición son algunas de las mejores armas de este político que lleva a cabo políticas de izquierda con las que en apariencia se enfrenta a los “poderes fácticos” de la sociedad francesa.

Así, la serie es un completo catálogo de las perversiones del poder político, en la línea de “House of Cards” o de “Borgen”, aunque la serie danesa parece más bien un juego de niños al lado del barón “negro” que protagoniza la ficción francesa. Sea como fuere, la serie ha sido calificada por el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, de “obra maestra" en un tuit de agradecimiento al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. “No son tiempos quizá para hablar de series, pero esta es una obra maestra que me encantaría trabajar con estudiantes de políticas. Gracias por la recomendación, Pedro Sánchez”, decía Iglesias esta mañana en un mensaje, anterior al Pleno del Congreso de los Diputados.

La trama de la serie es en realidad la consumación de una gran traición. En los primeros episodios, el futuro de Rickwaert se derrumba cuando su mentor, el candidato del partido de izquierdas, se deshace de él para salvar su campaña en las presidenciales del país. En ese momento, iniciará una estrategia para hacerse con el poder, a golpe de carisma, populismo y malas artes. El alcalde díscolo superará el desvío de fondos, amenazas y hasta un intento de expulsarle del partido, el socialista, que está sumido en una profunda crisis de ideas y de identidad. Sin embargo, aunque no aporte un gran discurso, Rickwaert seduce a los votantes con su retórica y su carisma. Gracias a gestos efectistas como negarse a llevar traje en sede parlamentaria y a una campaña para incendiar las calles, su carrera irá en ascenso.

“Baron Noir” es una relectura del espíritu de Maquiavelo que tiene resonancias de la política real de los últimos años. Venganza y traición son sus ejes, pero de fondo también aparecen la carencia de discursos, la simpleza de los mensajes políticos y, en resumen, cómo el populismo se traduce en ansia de poder que luego se olvida de los ciudadanos a los que utilizó para conquistarlo.