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Muere el guionista de “Memorias de África”, Kurt Luedtke

El ganador de un Oscar por la cinta de Sidney Pollack ha fallecido a los 80 años tras una larga enfermedad

El guionista Kurt Luedtke mantuvo una estrecha vinculación profesional a lo largo de su vida con Sidney Pollack
El guionista Kurt Luedtke mantuvo una estrecha vinculación profesional a lo largo de su vida con Sidney PollackAPAP

Su faceta de escritor de guiones llegó después de que su talento iluminara la redacción más grande de Detroit. Kurt Luedtke era, tal y como ha descrito el periódico en el que estuvo cerca de siete años trabajando, el Detroit Free Press, ampliamente conocido por su ojo agudo y rápido, su creatividad, sus altos estándares, pero también por su forma directa, a menudo divertida, de tratar con reporteros y editores. Fumaba mucho y algunos de sus comentarios y comportamientos lo habrían metido en problemas en la era #MeToo. Después de sufrir una larga enfermedad, el guionista estadounidense murió el domingo a los 80 años en un hospital de Michigan.

Durante su estancia en el periódico, cubrió muchas informaciones, incluida la cobertura de los disturbios de Detroit en 1968, cuyo equipo fue galardonado con el Premio Pulitzer de Free Press. Después de ascender en las filas de Free Press, Luedtke dejó el periódico de Michigan en 1978 y se inclinó hacia el trabajo cinematográfico. Su sensibilidad para el séptimo arte comenzaba a aflorar. Su primer guión de Hollywood fue “Ausencia de malicia”, el drama dirigido por Paul Newman y Sally Field dirigido por Sydney Pollack, con el que iniciaría su idilio profesional más consolidado y relevante, sobre los planes de un fiscal de volver a un periódico local por una historia aparentemente falsa.

La cinta estrenada en 1982 fue el resultado de los merodeos iniciales por los estudios cinematográficos del guionista en busca de asignaciones. Luedtke había estado pensando en escribir una novela sobre el dueño de un almacén de licores cuya vida casi es destruida por un reportero que depende de una fuente anónima. Presentó la novela no escrita como guión y el resultado fue sorprendentemente satisfactorio y preludió el éxito que llegaría después. Era su primera candidatura al Oscar, toda una rareza para tratarse de un guionista que acababa de empezar.

Meryl Streep y Robert Redford en "Memorias de África"
Meryl Streep y Robert Redford en "Memorias de África"ImdbImdb

Su segundo y más conocido trabajo en Hollywood, también de la mano de Pollack, fue “Memorias de África”. La icónica aventura, adaptación de la novela de Isak Dinesen, protagonizada por Meryl Streep y Robert Redford le valió la estatuilla del Oscar en 1986. Un galardón que se sumó a los nada desdeñables siete premios de la Academia en 1986, incluido el de Mejor Película. El último proyecto de escritura de Luedtke, una vez más con Pollack, fue “Caprichos del destino”, en la que las vidas amorosas de Harrison Ford y Kristin Scott Thomas están vinculadas de forma muy intensa. Participó en otros proyectos como “La lista de Schindler” de Stephen Spielberg, pero curiosamente abandonó el trabajo por un contencioso con el director acerca del final de la película.

Cuando Luedtke dejó el periódico, lo hizo ciertamente abrumado ante la perspectiva de pasar el resto de su vida en un negocio al que había llegado y que había conquistado con apenas 20 años. “Conseguí el mejor trabajo que pude conseguir en el periodismo cuando era relativamente joven”, le dijo a la reportera Diane Haithman, una ex reportera de Free Press. “Estaba dirigiendo la parte editorial de Free Press cuando tenía 30 años y fui nombrado editor ejecutivo cuando tenía 33. Cuando tenía 38, literalmente podía esperar 27 años más y luego jubilarme. Y pensé: ¡Dios mío, eso es imposible!”. Poco después estaba abriendo las puertas de Hollywood para sentarse en su salón durante unos pocos años y más tarde volverse a marchar con los bolsillos llenos de reconocimiento y la fructífera experiencia de haber coincidido temporal y personalmente con Sidney Pollack. El cine terminó hastiándolo. Cuando un amigo le preguntó una vez por qué no seguía escribiendo películas, su respuesta fue: “No quiero”.