El Festival de Málaga es un juego de niñas
La ópera prima de Pilar Palomero sobre la educación en los 90 se lleva la Biznaga de Oro en una cita que ha superado con nota los inconvenientes de la «nueva normalidad»
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Con los tiempos que corren, la victoria en el Festival de Málaga no podía ser para otro que no fuera el cine. En un año como este 2020 tan dichoso y en el que solo el hecho de mantener una cita parece una misión imposible, la celebración de la muestra cinematográfica se podía considerar todo un logro. Pero, pasados diez días, resulta que todo ha transcurrido dentro de una «nueva normalidad» en la que no puede haber reproches. Se han sufrido los inconvenientes de la pandemia en su vertiente más «light». Solo los lentos y molestos protocolos, pero, a partir de ahí, fueron las películas, actores, directores y demás los que se han impuesto durante una fecha en la que Málaga se bañaba en Cartojal y que esta vez tocó abrazar al séptimo arte.
Con todos estos precedentes, la jornada de cierre tenía una cita ineludible, el palmarés que reconociera a la mejor película de la muestra. Honor que, así, fue para el trabajo de Pilar Palomero en «Las niñas». Largometraje que ha llevado a la pantalla la educación en algunos centros religiosos en el recordado año 1992, cuando la Expo de Sevilla y los Juegos de Barcelona acapararon todos los focos. «Cargábamos con la mochila del pasado, no solo en los colegios, también las casas; y, a la vez, vivíamos ese contraste en el que se basa la película con nuevos cambios en la sociedad y en la cultura. Fue un año bisagra», defendía la directora durante la presentación del día 22.
La otra Biznaga de Oro, esta vez a la mejor película iberoamericana, fue a parar a la mexicana «Summer White» («Blanco de verano»), de Rodrigo Ruiz Patterson, donde se aborda la vida de un adolescente y la convivencia con su madre y el nuevo novio de esta. El premio especial del jurado correspondió a «La boda de Rosa», de Icíar Bollaín, y el de mejor director, al también mexicano Arturo Ripstein por su retrato de la sexualidad en la tercera edad de «El diablo entre las piernas». La Biznaga de Plata a la mejor actriz fue cosa de dos: la local Kiti Mánver, por «El inconveniente», y la brasileña Regina Casé, por su interpretación en «Tres veranos». También compartido fue el premio al mejor actor, en este caso para los argentinos Alberto Amman y Pablo Echarri, que encabezan el elenco de «El silencio del cazador». Mientras que los premios a los secundarios se los repartieron entre Nathalie Poza, por «La boda de Rosa», y Fabián Corres, por «Summer White».
Por su parte, el director del festival, Juan Antonio Vigar, calificó toda la celebración como «un éxito colectivo» después de haber sido aplazada en marzo por el coronavirus. «Más que nunca, esta edición es fruto del esfuerzo colectivo de todo el sector audiovisual y de la ciudad. Se ha desarrollado la edición más valiente y necesaria y su celebración ha supuesto un triunfo de la cultura como impulso de vida», cerraba Vigar antes de emplazar a los espectadores a la próxima cita del 2021, del 4 al 13 de junio.