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Ortografía

¿Cuándo se usa el punto y coma?

La RAE propone 4 situaciones para hacer un uso correcto de un signo de puntuación que, asegura, “no es prescindible”

La nueva Ortografía, más ágil para los estudiantes
La nueva Ortografía, más ágil para los estudianteslarazonLa Razón

A través del Diccionario panhispánico de dudas (2005), la Real Academia Española (RAE) resuelve numerosas cuestiones sobre el castellano. Así, en su página web oficial, ofrece explicaciones y ejemplos de diferentes aspectos de nuestro idioma con el fin de corregir o prevenir errores comunes. Ejemplo de ello es el uso del punto y coma, signo de puntuación que “indica una pausa mayor que la marcada por la coma y menor que la señalada por el punto”, explica la RAE.

De esta manera, asegura la institución que “la primera palabra que sigue al punto y coma debe escribirse siempre con minúscula”. No obstante, acepta que, de todos los signos de puntuación, e punto y coma es “el que presenta un mayor grado de subjetividad en su empleo pues, en muchos casos, es posible optar por otro signo, como el punto y seguido, los dos puntos o la coma”.

Entonces, ¿es el punto y coma prescindible? ¿En qué ocasiones su uso es correcto o incorrecto? La RAE asegura que “no es un signo prescindible” y propone 4 usos diferentes:

  • Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas. Por ejemplo: “Cada grupo irá por un lado diferente: el primero, por la izquierda; el segundo, por la derecha; el tercero, de frente”.
  • Para separar oraciones sintácticamente independientes, entre las que existe una estrecha relación semántica. Es decir: “Todo el mundo a casa; ya no hay nada más que hacer”. Y la institución matiza: “En la mayor parte de estos casos, se podría utilizar el punto y seguido”. Todo depende de la vinculación semántica: “Si el vínculo se estima débil, punto y seguido; si se juzga más sólido, es conveniente el punto y coma”. De ahí su uso más subjetivo y bajo decisión de quien escribe.
  • Se escribe delante de conectores de sentido adversativo, concesivo o consecutivo, como “pero”, “mas”, “aunque”, “sin embargo”, “por tanto”, “por consiguiente”,... Por ejemplo: “Los jugadores entrenaron intensamente todo el mes; sin embargo, los resultados no fueron los que el entrenador esperaba”.
  • Detrás de cada uno de los elementos de una lista o relación cuando se escriben en líneas independientes y se inician con minúscula. Por ejemplo, conjugaciones en español:
    • Verbos terminados en -ar (primera);
    • verbos terminados en -er (segunda),
    • verbos terminados en -ir (tercera).