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Libros

Diego Moldes: «La cultura impresa desaparecerá en 2060»

Publica «En el vientre de la ballena», un ensayo que se pregunta por el papel que tendrá la cultura en este siglo y que augura las transformaciones que quedan por venir en todos sus ámbitos

Vista de un ejemplar de la Biblia de Gutenberg, que está considerado el primer libro impreso
Vista de un ejemplar de la Biblia de Gutenberg, que está considerado el primer libro impresoJorge FuentelsazAgencia EFE

¿Qué función desempeñará la cultura en el futuro? Diego Moldes responde a estas preguntas en «En el vientre de la ballena» (Galaxia Gutenberg), un ensayo que reflexiona sobre el papel simbólico de este animal (creación y emoción artística) y alcanza a determinar las etapas de la cultura.

¿Cuál será, por ejemplo, el papel de la literatura en el mundo audiovisual?

Complementario. Pero del mismo modo que otras invenciones no sustituyeron a las anteriores: la televisión no eliminó al cine ni internet a la propia televisión. El libro ha sobrevivido a estos cambios. Lleva así desde el siglo XV. La literatura va a continuar haciéndolo en sus modos tradicionales durante un tiempo y luego irá cambiando. Calculo que hacia 2060 se terminará la cultura impresa. Están surgiendo nuevas formas de literatura y nuevas generaciones se incorporarán. Somos las últimas analógicas que leerán en papel. Se seguirán escribiendo novelas, pero sufrirá transformaciones. Esto ya pasó. Cuando nace el cine, la literatura vanguardista surge como reacción, igual que la pintura frente a la fotografía.

¿Hacia 2060, entonces?

Sí, eso creo, a pesar de que durante la pandemia se han vendido más títulos que nunca. Lo que sucede es que los hábitos son más fuertes que las tecnologías. Todas las formas de expresión siguen, lo que sucede es que son minoritarias, como la ópera. Cuando mueran las generaciones educadas en la cultura del libro, esa forma desaparecerá. Se calcula que desde que se descubre un medio hasta que se implanta y se vuelve masivo, tarda alrededor de cincuenta años. Sucedió con la televisión, que se creó en los años veinte y aquí llegó a finales de los cincuenta. Igual con la radio. Y pasará con el libro.

¿Es otra etapa de la cultura?

En este volumen establezco etapas culturales y lo que sostengo es que vamos a un momento de incultura. Cada etapa de la civilización humana tiene un crecimiento, una decadencia y una muerte. La cultura moderna proviene de la Edad Media y la Moderna, con la llegada de la imprenta. Es lo que hemos heredado. Hoy, eso está en una fase de transformación. Primero fue la contracultura, luego la neocultura que vivimos y, después, la incultura. Me refiero en esta fase a la impresa, que me parece acabará alrededor de 2060. Los que vivan en esa época generarán otra forma de cultura que para nosotros será totalmente exógena y extraña.

¿Y cómo leerá el hombre digital?

Peter Burke ha dicho que no se lee poco, sino de manera fragmentaria, que son nuevas maneras de lectura: WhatsApp, las pantallas abiertas... la forma de lectura y de comunicarse se han multiplicado. La comunicación no es la cultura en sí misma, pero la transforma. George Steiner ya comentaba el problema de las humanidades y advertía de que la cultura con «C» mayúscula estaba en crisis. Yo no creo en la alta y baja cultura, sino en la buena y mala cultura. Hay que adaptarse ahora. La literatura tiende a la fragmentación. Si lees novela contemporánea, te das cuenta de que no existen largas descripciones. Y también observo que hay gente con mucho talento narrativo que escriben guiones porque los salarios son más altos que el de los novelistas.

¿Va a cambiar la lectura?

La mayoría de los alumnos de entre 18 y 22 años eligen relatos cortos. La novela les cansa y les cuesta leer cuatrocientas páginas. Son lentos, porque tienen otros estímulos cognitivos que les afectan, la creación poética debido a las nuevas tecnologías. El promedio de páginas de un best-seller se ha reducido hasta lo que antes era un libro medio. Hoy nos parece largo. Pero lo que más me preocupa es la falta de comprensión lectora. Las nuevas tecnologías y las plataformas a la carta están afectando a la lectura en profundidad.

¿Cómo actuar si las tecnologías afectan tanto?

Nuestra capacidad de profundización se está reduciendo. ¿Cómo afectará al pensamiento? Va a ser más pobre. La pérdida de las humanidades, hábitos lectores y lecturas serias va a conducir a un pensamiento más superficial. Este pensamiento binario, este me gusta o no me gusta de las redes, blanco o negro, está promoviendo la pérdida de calidad democrática. Los totalitarismos suponen una falta de pensamiento crítico. En algunas cosas estamos volviendo hacia atrás. La cultura es un reflejo de la sociedad. El alto índice de analfabetismo favoreció el auge de los fascismos y que las masas fueran manipulables por la radio, la Prensa y las noticias falsas. Hoy, cuando todo esto es más sofisticado, es necesaria una capacidad analítica alta. Lo que solo lo concede la lectura. Es la forma de pensar las ideas. Si no, el pensamiento se empobrece.

Empieza la Feria del Libro, ¿por qué es importante leer?

Luis Alberto de Cuenca me dijo un día que si no era capaz de situar las cosas en el espacio y el tiempo no podría comprender el mundo. Y hoy no sabrías por qué hay una guerra en Ucrania. Leer es importante para tener un juicio crítico y que la propaganda no te oculte la verdad. La lectura es la búsqueda de la verdad, y la búsqueda de verdad es lo que nos hace humanos. Sin la lectura una persona no tendrá pensamiento propio.

“EN EL VIENTRE DE LA BALLENA”: DESDE EL VIENTRE DE LA EMOCIÓN
Diego Moldes parte de George Steiner para firmar un libro imprescindible sobre la importancia y el significado de la cultura en el siglo XXI
Por Jesús Ferrer
Acaso sea más necesario que nunca reflexionar sobre el papel de la cultura en cualquier civilización que se precie de tal. Es lo que ha hecho admirablemente el novelista, crítico literario e historiador del cine Diego Moldes (Pontevedra, 1977) en este ensayo donde analiza la función social de las humanidades, la trascendencia de la educación y el conocimiento. Leyendo, en el inicio de esta pandemia, el libro de George Steiner «En el castillo de
Barbazul. Aproximación a un nuevo concepto de cultura», el autor acude al símbolo legendario de la ballena como figuración de una potente iniciativa cultural que nos lleva a la mítica «Moby Dick»,de Melville. En el vientre de ese animal, con sus reminiscencias bíblicas, pudiera encontrarse la clave de una nueva sentimentalidad en época de crisis, señalando que «la ballena es un símbolo de claridad emocional y nos ayuda a navegar a través de los mares de las emociones que a veces pueden ser ambiguas o confusas», confiesa. A partir de aquí se abordan temas como la decisiva aparición de la imprenta, la importancia de la escritura ideográfica en ancestrales sociedades, la revolución intercultural, la digitalización del conocimiento, la inteligencia artificial, la deshumanización de la ciencia, los nuevos «saberes» wikipédicos, o la identidad del cine como un arte culto y popular a la vez. Se hace especial mención de la cultura oral como forma de comunicación masiva, que acaso haya mutado en una escritura telemática de mensajes y wasaps. A pesar de que vivimos en una cultura fundamentalmente visual, la palabra es defendida como la mejor formulación de la excelencia cultural, el elemento genuinamente enraizado en el clásico lenguaje. Se insiste asimismo en la importancia de la ficción en todas las civilizaciones conocidas, como fórmula de autoidentificación social y expresión de lo lúdico comunitario y, siguiendo a Bauman, establece el carácter líquido de parte de nuestra cultura, y aun gaseoso en su frecuente inanidad e intrascendencia. Partiendo de los postulados de Steiner, en fin, este modélico ensayo ofrece una perspicaz y completa mirada sobre los principales referentes históricos y actuales de la cultura.
▲ Lo mejor
El acertado análisis de las mentalidades culturales en diferentes ámbitos y sociedades
▼ Lo peor
Hay cierta dispersión argumentativa, pero no empaña la minuciosa metodología crítica