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Joaquín Sabina: “Ya no soy tanto de izquierdas porque tengo ojos y oídos”

El artista asegura, en la presentación de la película “Sintiéndolo mucho”, que “el fracaso del comunismo fue atroz” y que le “duele la deriva de la izquierda latinoamericana”
La Razón
  • Sofía Campos

    Sofía Campos

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“Ya no soy tanto de izquierdas”, dijo Joaquín Sabina como el gran titular de la presentación de “Sintiéndolo Mucho”, la película documental sobre su vida que ha rodado junto al director Fernando León de Aranoa y que presentó ayer en Madrid en compañía de Leiva, su nuevo escudero musical tras la confirmada salida de Pancho Varona de sus giras. Tras 40 años, la relación entre Varona y Sabina se ha roto, igual que se han debilitado las convicciones políticas del genial artista de Úbeda. Sin embargo, bromeó con que a cambio ha hecho realidad un sueño con Leiva y Fernando León: “Esto es cumplir una fantasía erótica que he tenido siempre: nunca había hecho un trío”.
Sin embargo, el mayor impacto lo causó con una declaración política: “El fracaso del comunismo ha sido atroz. La deriva de la izquierda latinoamericana me rompe el corazón justamente por haber sido tan de izquierdas ahora ya no lo soy tanto porque tengo ojos y oídos. Y es muy triste”, dijo el artista que en cambio sí señaló como positiva la victoria electoral de Lula sobre Bolsonaro en Brasil. También ensalzó a Volodímir Zelenski, el presidente ucraniano, al que calificó de “héroe sin precedentes”.
Durante la presentación, Sabina confesó haber estado tiempo “muy enfadado con el siglo XXI, porque he visto que Trump o Putin eran cosas feas. El lenguaje de la gente en redes sociales, también”, dijo. “El otro día pensando en que estaba muy negativo y me puse a buscar qué cosas buenas habían pasado. Pensé en lo rápido que se consiguió la vacuna de la covid-19″.
También salió al paso de las leyendas (o no tan leyendas) sobre sus costumbres etílicas y noctívagas: “Hay una caricatura del borrachín, putero, noctámbulo que en una parte de mi vida se pareció a la realidad. Ahora no”, dijo Sabina, que admitió que, mientras llevaba esa vida, nunca esperó llegar a cumplir los 73 años que ahora tiene.