Surrealista: Donald Trump es el artista más cotizado
Ninguna obra vendida hasta la fecha ha alcanzado los 7.000 millones de dólares de valor de mercado


Murcia Creada:
Última actualización:
En 1919, Marcel Duchamp –el artista más influyente del último siglo– carecía del dinero suficiente para pagarle al dentista Daniel Tzanck los 115 dólares de sus honorarios. A cambio –y en una genialidad que explicitaba su comprensión del mercado del arte–, Duchamp ideó una empresa ficticia dedicada a financiar endodoncias y, con base en ella, expendió un cheque por la suma adeudada. Lo significativo y valioso de ese cheque falso era la firma del propio Duchamp y la palabra «Original» que lo atravesaba. Puede que el valor monetario de dicho cheque fuera cero; pero su valor artístico era infinitamente superior al de esos 115 dólares. Desde luego, Daniel Tzanck salió ganando con aquella «obra de arte». Con seguridad, fue la operación más lucrativa de su vida.
Aunque establecer un hilo de conexión entre Duchamp y Donald Trump puede suponer una de las mayores herejías de la historia de la humanidad, el ejemplo ahora citado viene al caso por la última triquiñuela urdida por el delirante presidente de los Estados Unidos: dos días antes de su toma de posesión, lanzó una criptomoneda meme llamada apropiadamente $TRUMP. Al poco de su emisión, el valor de la moneda se disparó un 300 %, de tal manera que su capitalización en el mercado alcanzó los 7.000 millones de dólares, con solo 200 millones de los 1.000 millones de tokens aún liberados. El negocio ha sido redondo. Pero ¿qué es una moneda meme? Las monedas meme son un tipo de criptomoneda que suele inspirarse en memes, personajes o tendencias de internet. Suelen contar con el apoyo de entusiastas comunidades «online» y, por lo general, pretenden ser desenfadados y divertidos. Algunos ejemplos de monedas meme son Dogecoin, Shiba Inu y otras que suelen asociarse al entretenimiento más que a la utilidad. Formulado en otros términos: las monedas meme no tienen valor específico; constituyen un artículo de coleccionista y, por lo tanto, podrían ser etiquetadas como «obras de arte». Y, claro está, esto abre una interrogante demencial: ¡¿Trump artista?! Y más todavía: ¡¿Trump, el artista más caro del mundo?! Ninguna obra vendida hasta la fecha ha alcanzado los 7.000 millones de dólares de valor de mercado. Es cierto que quienes han adquirido la $TRUMP son copropietarios –y no propietarios únicos– de esta «creación». Pero para el caso da lo mismo. Nunca un producto «estético» se ha vendido por tal desproporcionada suma. Y, en este contexto preapocalíptico en el que nos encontramos, un dato objetivo es que Trump es el artista más cotizado del mundo.
Pero ¿por qué imprimir una moneda meme? ¿Por amor al arte? No. Por amor al fraude. Conocido es que el mundo del arte es, junto al de las drogas y el de la prostitución, el sector económico más oscuro que existe. Su articulación como lavadora de dinero negro es insuperable. La diferencia entre una criptomoneda de uso corriente y una moneda meme es que la primera ha de someterse a estrictas regulaciones de mercado, mientras que la segunda está exenta de ellas al ser considerada como un producto cultural y artístico. No se trata de que Trump haya tenido un súbito arrebato artístico, sino de que los creadores de una moneda meme pueden argumentar que con ella no están urdiendo un vehículo de inversión, sino un objeto de colección o una expresión creativa. La jugada es perfecta.