
Sección patrocinada por 

historia
¿Cómo se llamaba antes España? El nombre que muy pocos conocen
Nuestro país no siempre se ha conocido de la misma forma, ha cambiado mucho según la época y civilización

Hoy en día tenemos una idea muy clara de lo que es y lo que simboliza España como Estado nación: nuestras fronteras, nuestra lengua (o lenguas), nuestras costumbres, nuestro deseo por el bien común… pero esto no siempre fue así. Nuestras tierras han sido de las más codiciadas del mundo por diferentes grandes imperios a lo largo de la historia.
Por aquí pasaron: celtas, íberos, fenicios, griegos, romanos, visigodos, árabes, judíos, cristianos… Todos ellos han dejado huellas aún hoy presentes en la cultura de España, así como en los nombres de muchos municipios, accidentes geográficos e incluso territorios. Su influencia seguimos sintiéndola y disfrutándola hoy en día, ya sea en la lengua o la diversa gastronomía que poseemos.
Sabemos que el lenguaje evoluciona, lentamente, a medida que pasa el tiempo, pero lo que nunca esperamos es que varíen los nombres propios de regiones o incluso un país entero. La historia, sin embargo, nos ha demostrado que no hay nada inmutable, y que lo que hoy se conoce de una forma, en unos siglos puede tomar una denominación completamente distinta.
La política ejerce un fuerte peso sobre la manera en la que nos relacionamos con el lenguaje. Como ejemplo reciente, tenemos la invasión rusa sobre Ucrania, donde los asaltantes imponen los nombres rusos sobre los territorios ocupados. Es por ello por lo que insisten tanto algunas comunidades internacionales en llamarlo ‘Járkiv’ (ucraniano) y no ‘Járkov’ (ruso), sin cederles ese espacio.
El relato propio y el consenso general acerca de una historia común compartida son imprescindibles a la hora de consolidar una nación. Y es que precisamente nuestro país ha participado en tantos momentos relevantes en la historia que son muchos los conceptos que nos unen como pueblo, aun en su diversidad.
¿Desde cuándo España es como la conocemos?
Existen varias líneas de pensamiento que intentar marcar el origen de nuestra nación como tal, si bien hay dos que son las más aceptadas. La primera sugiere establecer el nacimiento de España en el glorioso año 1492, cuando los Reyes Católicos finalmente consiguieron recuperar toda la Península Ibérica por parte de los árabes tras la caída de Granada.
Hasta entonces, los reinos cristianos habían tenido muchos lazos en común, tanto familiares como culturales y religiosos, pero no un mando único. Con el matrimonio de Isabel I y Fernando de Aragón, esta hazaña finalmente se completaría. Pero hay quienes defienden que España no nace hasta que se produce la abdicación de Carlos I sobre Felipe II en 1556 en Bruselas, cuando se separa definitivamente el Sacro Imperio Romano.
¿Cómo se llamaba antes España? El nombre que muy pocos conocen
De la misma forma en que hay un debate en cuanto al momento histórico cuando ‘comienza’ España, mayores conversaciones y diferentes puntos de vista trae el origen de su nombre. La palabra ‘España’ actual ya da cuenta de nuestra singularidad, ya que contiene la letra ‘Ñ’, exclusiva como grafismo en el idioma español.
Se cree que el nombre de nuestra nación deriva del que utilizaban los romanos, el pueblo de cuya lengua (latín) que han derivado gran parte de los idiomas que actualmente se hablan en más de media Europa (portugués, italiano, rumano, etc.). Los romanos estuvieron de paso por España durante más de siete siglos, que ellos conocían como ‘Hispania’.
Sin embargo, no fueron ellos los que bautizaron nuestras tierras de esta forma, sino que ‘Hispania’ deriva a su vez del término que estos tomaron de los fenicios: ‘I-span-ya’. El pueblo fenicio apodó así a los territorios de la Península Ibérica debido a que creían que esta era una región donde abundaban los conejos.
Esta es la raíz de la idea de España como ‘tierra de conejos’, ya que ‘I-span-nya’ en fenicio vendría a tener un significado muy similar. Según esta hipótesis, los fenicios habrían quedado sorprendidos por la cantidad supernumeraria de estos mamíferos que encontraron a su llegada, y en consecuencia así la apodaron.
Algunos expertos creen que a lo que los fenicios se referían no era a los conejos que tanto abundan en España, sino a otro tipo de mamífero muy presente en sus territorios africanos de origen, y que confundieron desde lo lejos. Se trata del ‘damán roquero’, que es un familiar lejano de los elefantes, perteneciente a la familia ‘Procaviidae’.
Estos curiosos seres peludos no se encuentran sin embargo en la Península Ibérica, pero sí en muchas tierras bañadas por el Mediterráneo. El único lugar donde se puede avistar uno en España es en el BIOPARC de Valencia, donde recientemente han nacido tres crías nuevas de esta especie tan peculiar.
✕
Accede a tu cuenta para comentar