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Cine

Crítica de "Stella, víctima y culpable": la chivata amante del jazz ★★★

Director: Kilian Riedhof. Guion: Marc Blöbaum, Jan Braren, K. Riedhof. Intérpretes: Paula Beer, Jannis Niewöhner, Bekim Latifi, Damian Hardung, Joel Basman. Alemania, 2023. Duración: 120 minutos. Drama histórico.

Un fotograma de "Stella, víctima y culpable"
Un fotograma de "Stella, víctima y culpable"Imdb

¿Qué haría usted para sobrevivir a la barbarie? ¿A la sinrazón, a la locura, al minucioso plan de exterminio calculado por mentes pervertidas y perversas, al hambre, a los golpes, al miedo? ¿Decidiría convertirse en un traidor de su propia gente para sobrevivir? Estos, y algunos otros, son los interrogantes que plantea la interesante (aunque los fundidos en negro y ciertos zooms, tan setenteros, en ocasiones sobren) y durísima película de Kilian Riedhof, que nos presenta a Stella Goldschlag (Paula Beer), una joven cantante de swing rubia, ambiciosa, alemana, judía, cuyo mayor anhelo es convertirse en una gran artista de jazz allí, casi enfrente del mapa, en EE.UU.

Agosto de 1940, el acoso y derribo de los nazis sobre ese significativo segmento de la población comienza a tomar cuerpo, el cuerpo empapado de sangre inocente del Holocausto. Tres años más tarde, Stella y sus padres deben vivir en la clandestinidad mientras atronan las bombas en media Europa y cada día parten decenas de trenes cargados de hombres, mujeres y niños con la estrella pegada en el brazo y cuyo destino se llama muerte, los campos de exterminio. Y entonces Stella, tras una paliza que casi le cuesta el alma, toma una decisión que la conducirá al suicido cuando ya sea una anciana que no pisó la cárcel y solo le quede, al mirarse en el espejo, los reflejos pálidos de los labios que fueron: convertirse en delatora de la Gestapo. Pero, por mucho que se empeñe el cineasta, la respuesta a esa última pregunta sigue siendo la misma: no. Porque siempre los remordimientos pesarán más que una esvástica.

Lo mejor:

Su factura técnica y Paula Beer en la piel de un personaje tan aristado como este

Lo peor:

Por mucho que se esfuerce el director, no logramos nunca empatizar con la protagonista