Prehistoria
Descubren 176 extrañas pinturas prehistóricas que pudieron salvarnos la vida hace 12.000 años
Entre ellas, 130 son a tamaño real y se encuentran a plena vista, en paredes rocosas de difícil acceso
Nos cuesta pensar que las pinturas rupestres son mucho más que arte. Tras el dibujo de un bisonte se esconden propósitos más complejos e, incluso cuando reparamos en ellos, solemos simplificarlos. Imaginamos que la representación de un uro busca invocar de alguna manera a esos animales para que la caza sea fructífera. Sin embargo, cuanto más investigamos los equivalentes en culturas actuales, más errados nos descubrimos. La motivación puede ser mucho más abstracta, que el contorno de un jabalí busque atraer la lluvia o que las franjas de un caballo tenga más que ver con el pensamiento matemático que con el animal. Ahora, un grupo de investigadores ha descubierto más de un centenar de dibujos que podrían esconder la información clave para sobrevivir en el árido desierto árabe.
Un equipo de arqueólogos internacionales, liderado por la Comisión de Patrimonio del Ministerio de Cultura de Arabia Saudita, e integrado por académicos del Instituto Max Planck de Geoantropología, KAUST (Universidad Rey Abdalá de Ciencia y Tecnología), University College London, Griffith University y más, realizó los descubrimientos como parte del Proyecto Arabia Verde. Su investigación acaba de ser publicados en la revista Nature Communications y, según concluyen, podríamos estar ante antiquísimas señales para indicar el camino hasta fuentes de agua en pleno desierto de Nefud. Pinturas que, hace 12.000 años, pudieron haber salvado la vida a las poblaciones humanas de la zona.
Grafitis de 3 metros
Entre las 176 representaciones, 130 de ellas están hechas a tamaño natural. Esto es: con el tamaño exacto de los animales que representan. De hecho, algunas alcanzan los dos metros de alto y tres de largo. Los animales pintados son, mayormente, camellos, pero junto a ellos los investigadores han identificado íbices (similares a cabras), équidos (diferentes especies emparentadas con los caballos), gacelas y uros (en antepasado salvaje de nuestras vacas). Animales que poblaron el norte de Arabia Saudí hace unos 11.400 o 12.800 años, que es la antigüedad estimada de estas pinturas.
Ahora bien, lo sorprendente no es solo su tamaño, sino su localización. Porque, si bien la mayoría se encontraban bien a la vista (reforzando su posible función señalizadora), para ello algunos estaban ubicados en lugares de muy difícil acceso. Por ejemplo, algunos de los conjuntos de dibujos estaban a gran altura, grabados sobre paredes rocosas. El caso más extremo encontrado alcanzaba los 39 metros de altura. Esto significa que, quien los hiciera, trabajó en condiciones muy arriesgadas para asegurar su visibilidad. La escalada y las estrechas cornisas desde las que hicieron los grabados indican cuánto estaban dispuestos a arriesgar y, por lo tanto, la importancia que le otorgaban a estas representaciones. En parte, por eso los investigadores indican que los pobladores de esta zona pudieron haber sentido los grabados como parte de su identidad cultural.
Rutas hacia lo inhóspito
Ahora bien. ¿Cómo podemos saber qué indicaban exactamente? Los investigadores parecen tenerlo claro y así lo explica el Dr. Ceri Shipton, coautor del estudio: “El arte rupestre marca fuentes de agua y rutas de movimiento, posiblemente significando derechos territoriales y memoria intergeneracional.” Por un lado, la época en la que están datados estos grabados es posterior al Último Máximo Glacial y coincide con el paso de una época especialmente árida a un periodo algo menos extremo donde reaparecieron cuerpos de agua estacionales.
Por otro lado, tras analizar los sedimentos de aquellos lugares donde encontraron grabados pudieron confirmar que, efectivamente, habían albergado agua en el pasado. Así pues, aunque no podemos estar seguros, parece razonable vincular este vistoso y peligroso arte con uno de los recursos más escasos del desierto. De hecho, cabe esperar que estemos ante las señales que les permitieron navegar hasta el interior y asentarse allí.
Un descubrimiento que nos hace pensar cuántas veces habremos malinterpretado el propósito de otras pinturas rupestres más ocultas, tal vez, o quizás más pequeñas. Cuántas veces habremos pasado por alto el detalle más importante de unas pinturas que han sobrevivido al tiempo.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Aunque es posible que la interpretación de estas pinturas sea equivocada, los investigadores han presentado suficientes pruebas compatibles con ella. No se trata solo de una idea feliz que encaja con un par de detalles ambiguos. Es, hasta donde sabemos, una explicación relativamente sólida del propósito que pudieron tener estas representaciones.
REFERENCIAS (MLA):
- Guagnin, Maria, et al. “Monumental Rock Art Illustrates That Humans Thrived in the Arabian Desert during the Pleistocene-Holocene Transition.” Nature Communications, vol. 16, 2025, Article no. 63417. Nature Publishing Group, doi:10.1038/s41467-025-63417-y.