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"El desierto, la retama y el volcán: Antología": Leopardi, el pobre cantor solitario ★★★★
Publican una pequeña gran antología del poeta, de vida triste, pero que aún es un referente para el lirismo romántico contemporáneo

Encerrado desde niño en la biblioteca paterna; buscando en vano una mujer que le correspondiera o un empleo «normal» que desarrollar; participando, torpemente, en la vida social de su entorno... De tantas formas Giacomo Leopardi (1798-1837) quiso evadirse de sus circunstancias, sin conseguirlo, para acabar consagrándose a las letras de tal modo que su dedicación feroz le costó una ceguera, una malformación en la espalda, una vida solitaria de perfecto inadaptado. Se dice que en Leopardi confluyen los extremos del hombre de su tiempo: es antiguo y moderno a la vez, obedece a la inspiración romántica pero luego es un escritor pausado, reflexivo, atendiendo a su doble condición de poeta y pensador.
Sin embargo, en todo ello no hay contradicción alguna: Leopardi se muestra consecuente con su agudo pesimismo, fiel a sus tópicos literarios más constantes: el «ubi sunt», la fugacidad temporal, el desamor. Y de tales cosas sabe mucho Cristina Coriasso Martín-Posadillo, encargada de la edición e introducción de «El desierto, la retama y el volcán: Antología», que incluye fragmentos de su diario «Zibaldone», escrito a rachas entre 1817 y 1832, más una selección poética de sus «Cantos» y algunos de sus relatos y diálogos filosóficos, los llamados «Opúsculos morales». De esta manera, tenemos al alcance de manera sintética al Leopardi que personifica tanto el tedio como el tesón, el amor por la vitalidad de antaño y la resignada pasividad del presente.
Conocimiento enciclopédico
Coriasso habla del gran acontecimiento que supuso, en la historia de las letras italianas del siglo XIX, la publicación de «Los novios», de Alessandro Manzoni, así como los «Cantos» (1831) de Leopardi, «que le coronan, después de Dante y Petrarca, como el más grande poeta italiano y como uno de los más importantes de la literatura universal». ¿Las claves de semejante grandeza? «Su exacerbada sensibilidad, así como al hecho de que se trata de una poesía filosófica, que se nutre de un conocimiento enciclopédico», refiere la traductora, que muestra resumidamente la obra y andadura de un autor de vida breve pero de huella indeleble en las ciudades donde residió: Roma, Florencia, Bolonia, Pisa y Nápoles.
▲Lo mejor
Se acercan las principales líneas del autor, teorías y análisis culturales
▼Lo peor
Nada que objetar a una edición útil y que ofrece lo mejor de Leopardi
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