Al detalle

Otra forma de contarnos el pasado

Acercó al público español su propio pasado de una manera original

Henry Kamen

Podríamos haber estado destinados al enfrentamiento, él era de Cambridge y yo de Oxford, pero, que yo sepa, no fue así. Nunca. No tuvimos ninguna disputa. Solo existieron diferencias de interpretación con algún tema histórico. Cosas normales entre colegas y conocidos. Como persona, John Elliott insistió en el detalle, como se puede comprobar en cada uno de sus libros. No supo hacer obras pequeñas ni libros populares, lo suyo siempre fueron libros gruesos, de peso académico. Indispensables para informarse y entender mejor el pasado de la historia de España.

Fue un profesional que tenía por norma la perfección en su actuación como historiador, labor en la que, por cierto, no solo se dedicó a España, sino que también fue más allá. Pero es imposible no detenerse en La España imperial, con la que logró un éxito indudable. Su publicación en los sesenta, ya con el franquismo encarando su recta final, supuso toda una novedad. Presentó la historia de otra forma. La manera de escribir era diferente. Acercó al público español su propio pasado de una manera original; aunque, si hubiera que destacar un valor, lo más importante sería el excelente nivel de la investigación. Se ampliaron los métodos de las ciencias modernas a partir de la consulta de fuentes de varios idiomas. En fin, prácticas que no se llevaban.

Después, llegaron los años de dedicarse a otras cosas, como al Conde-Duque de Olivares, una de sus grandes pasiones. Y, en Inglaterra, gracias a su posición en Cambridge, cultivó toda una escuela de investigación sobre la historia del mundo moderno. De allí salieron expertos que, luego, también han hechos sus propias contribuciones, siempre, a partir de ese enfoque progresista de investigación y comunicación.