Historia

Este pueblo de Granada estuvo 172 años en guerra con Dinamarca

La pequeña localidad de Huéscar declaró la guerra al país europeo en tiempos de Napoleón y nunca firmó la paz hasta 1981

Una imagen de Huéscar, en Granada
Una imagen de Huéscar, en GranadaLa Razón

Parece una de esas historias de la España mágica, pero fue real. Un pequeño pueblo de 8.000 habitantes de la provincia de Granada declaró la guerra a Dinamarca durante 172 años y seguramente ninguno de sus vecinos era consciente de estar en guerra. En 1809, esta localidad de la Sierra de la Sagra declaró enemigos a los daneses y no se avino a firmar la paz con ellos hasta 1981 después de un cruento conflicto que se cerró con un total de cero muertos y heridos. Parece una broma, pero el asunto estuvo a punto de torpedear la entrada de España en la OTAN, por lo que se procedió a la firma oficial del armisticio.

El origen de todo está en las guerras napoleónicas. España había enviado más de 3.000 hombres a la península de Jutlandia, la zona continental de Dinamarca, con el propósito de ayudar a Francia contra Inglaterra, pero, al poco tiempo, Napoleón decidió invadir España y por eso la alianza entre ambos países se rompió. Ante el cambio de alianzas, Dinamarca retuvo y aisló a las tropas españolas, con lo que España cortó de inmediato toda relación con el país. Sin embargo, en Huéscar fueron un paso más allá y declararon la guerra a ese país.

Sin embargo, cuando terminó el conflicto, nadie se acordó de que la guerra había sido proclamada y por tanto tampoco se firmó la paz, de manera que la proclamación de guerra se mantuvo vigente durante 172 años. En 1981, por azar, Vicente González Barberán, que era archivero municipal de Huéscar, descubrió el documento de la proclamación de guerra en el que se instaba a: «Atacar a las fuerzas danesas en cualquier parte que se hallen, vengar los insultos recibidos y no cesar las hostilidades hasta que un mutuo convenio de Corte a Corte y un tratado estipule las condiciones de paz». El hallazgo dio comienzo a una serie de historias periodísticas que hicieron conocido el suceso.

En ese mismo año, y en forma de celebración, se firmó la paz además de un hermanamiento con la localidad danesa de Kolding. Ese armisticio fue firmado por el embajador danés Mogens Wandel-Peterson y José Antonio de Yturriaga como representante de España. Como anéctoda, antes de la firma, se produjo el primer “prisionero” del conflicto: un periodista danés fue detenido cuando trataba de obtener la exclusiva de la firma del tratado.