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¿Quién fue Marguerite Porete y las beguinas, las mujeres que decidieron, en plena Edad Media, retirarse a vivir sin hombres?

Las beguinas eran mujeres cristianas laicas que buscaban vivir una vida espiritual dedicada a Dios, pero sin ingresar en un convento y tomar los votos religiosos
Ilustración de las Beguinas
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La Razón

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A la mayoría, el nombre de Marguerite Porete no le dirá nada, pero su libro, "El Espejo de las Almas Simples y Aniquiladas", es considerado una obra maestra de la literatura mística, y ha sido objeto de estudio y discusión durante siglos, a pesar de que para su autora supuso la muerte en la hoguera el 1 de junio de 1310.
Nacida en Valenciennes (Francia) en torno al año 1250, poco se sabe de su vida antes de que comenzara a escribir, siendo su obra clave la mencionada "El Espejo de las Almas Simples y Aniquiladas", un tratado místico que describe el proceso por el cual una persona puede alcanzar la unión con Dios a través de la aniquilación del yo y la entrega total al amor divino. Porete habla de la unión con Dios de una manera que algunos líderes religiosos de la época consideraron herética y peligrosa. La obra, escrita en su lengua, picardo, y no en latín como dictaban las reglas eclesiásticas, era "un libro itinerario espiritual" que leía en voz alta en distintas localidades, haciéndolo peligrosamente popular. El libro fue prohibido en 1308 por el obispo de Cambrai, Gui de Colle-Meuse, y Porete fue arrestada y acusada de herejía.
Ella se negó a retractarse de sus ideas y fue encarcelada hasta que, finalmente, fue llevada ante un tribunal inquisitorial en París en 1310. Allí, se negó una vez más a retractarse de sus enseñanzas, y fue condenada a muerte en la hoguera como hereje. Porete fue ejecutada en la Plaza de Grève en París.
La muerte de Marguerite Porete se ha interpretado como un ejemplo de la intolerancia religiosa y la represión de la libertad de expresión en la Europa medieval. Sin embargo, su obra ha sobrevivido y ha sido redescubierta y estudiada en tiempos más recientes. Se la considera una figura importante en la tradición mística occidental, y su obra sigue inspirando a personas interesadas en la vida espiritual y el camino hacia la unión con Dios.
En el Concilio de Vienne, celebrado por la Iglesia católica en la ciudad francesa de Vienne (Francia), en la catedral de San Mauricio, entre el 16 de octubre de 1311 y el 6 de mayo de 1312, se abordó, entre otros muchos asuntos como la supresión de la orden de los Templarios, el tema de Marguerite Porete y se llamó al orden a las beguinas seguidoras de sus escritos espirituales, acusados de dar vida al movimiento del Libre Espíritu.
Así, la acción de Porete puso el foco en las beguinas, un movimiento religioso y social que surgió en Europa durante la Edad Media. Aunque su origen exacto es incierto, se sabe que las beguinas comenzaron a aparecer en las ciudades del norte de Europa, particularmente en los Países Bajos, durante el siglo XIII. El movimiento se extendió rápidamente por toda Europa, y las beguinas se convirtieron en una presencia común en muchas ciudades y pueblos durante los siguientes siglos.
Las beguinas eran mujeres cristianas laicas que buscaban vivir una vida espiritual dedicada a Dios, pero sin ingresar en un convento y tomar los votos religiosos. En cambio, vivían en comunidades o solas, y se dedicaban a la oración, la meditación, el trabajo y la caridad. Las beguinas creían que podían alcanzar la santidad y la salvación a través de la vida cotidiana y el servicio a los demás, sin necesidad de retirarse del mundo.
Las beguinas eran conocidas por su devoción y su trabajo en beneficio de los demás. Muchas se dedicaban a cuidar a los enfermos y los pobres, y trabajaban en hospitales y leproserías. Otras se dedicaban a la enseñanza, y fundaron escuelas y academias para niñas y jóvenes mujeres. Las beguinas también eran famosas por su habilidad en la costura, la bordadura y la elaboración de textiles, y algunas se ganaban la vida con su trabajo.
A pesar de su devoción y su trabajo, las beguinas a menudo eran objeto de sospechas y persecuciones. Muchos líderes religiosos y políticos veían con recelo la existencia de estas comunidades de mujeres que vivían fuera del control de la iglesia y el estado. Las beguinas eran acusadas a menudo de herejía y brujería, y muchas fueron arrestadas, encarceladas, torturadas y ejecutadas durante la Edad Media y la época moderna.
A pesar de las persecuciones, las beguinas continuaron existiendo y creciendo en número durante siglos. En los Países Bajos, las beguinas llegaron a ser tan numerosas que llegaron a ser consideradas una fuerza social y económica importante. Las beguinas fundaron sus propias iglesias, hospitales, escuelas y talleres, y llegaron a ser conocidas por su habilidad en el comercio y el trabajo textil. En otras partes de Europa, las beguinas también fueron activas y respetadas, y algunos líderes religiosos llegaron a admirar su devoción y su ejemplo de vida cristiana.
El movimiento beguino comenzó a declinar durante la época moderna, a medida que las ideas y las prácticas religiosas evolucionaban y cambiaban. Muchas beguinas se unieron a órdenes religiosas más formales, mientras que otras simplemente desaparecieron. A pesar de esto, las beguinas dejaron un legado duradero en la historia y la cultura europea, y su ejemplo de vida espiritual y servicio a los demás sigue siendo una fuente de inspiración para muchas personas en la actualidad.
El origen del término "beguina" no está completamente claro, pero existen varias teorías. Una de ellas es que proviene del latín "beghina", que significa "mujer piadosa" o "mujer devota". Otra teoría es que el término viene de una palabra flamenca antigua, "begga", que significa "mujer de la nobleza". También se ha sugerido que el término se deriva del nombre de una figura histórica conocida como Beatrijs de Nazareth, una mística y escritora medieval del siglo XIII que vivió en el convento de las clarisas en Tienen, Bélgica.
Sea cual sea su origen, lo cierto es que el término "beguina" se convirtió en sinónimo de un movimiento religioso y social que surgió en Europa durante la Edad Media.

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