Libros de la semana: Jorge Volpi desentraña los orígenes de la ficción
Domenico Starnone regresa con una reflexión sobre la vejez, Gioconda Belli noveliza las consecuencias de la militancia política en el seno de las familias y Juan Vico recupera la figura de uno de los poetas malditos italianos, Dino Campana
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«El viejo en el mar» de Domenico Starnone ★★★★
El escritor, del que coinciden dos obras en las librerías, reivindica la vejez como un momento de plenitud, pero serenidad
Por Ángeles LÓPEZ
La nueva entrega de Starnone ofrece una delicada meditación sobre la vejez, el deseo persistente y el paso implacable del tiempo. Su protagonista, Nicola Gamurra, un escritor de 82 años, pasa sus días junto al mar, contemplando la vida que fluye a su alrededor mientras se sumerge en los recuerdos de su pasado, especialmente de las mujeres que dejaron una marca indeleble en su vida. La trama se despliega con sutileza y nostalgia, evocada a través de su relación con Lu, una joven piragüista, y los ecos que despierta en él. El mar, símbolo de la vida que fluye y del tiempo que se desvanece, se convierte en el telón de fondo de una narración que oscila entre el presente y la memoria. Nicola, aunque marcado por los años, mantiene vivo el fuego del deseo y la reflexión. Starnone aborda la vejez no como una etapa de declive, sino como un territorio donde el anhelo perdura, aunque de forma más serena, y la mente divaga entre lo que fue y lo que es. Las evocaciones de su madre, fallecida hace mucho, se entrelazan con la imagen de Lu, trazando un juego de espejos que conecta el pasado con el presente en un vaivén lírico y evocador.
La prosa de Starnone, precisa y cargada de lirismo, roza lo poético sin caer en excesos sentimentales. Cada frase revela con sutileza las complejidades emocionales del envejecimiento, imprimiendo a la obra una melancolía que no se lamenta, sino que celebra la belleza de lo efímero. La ironía suave que atraviesa algunas páginas añade profundidad a un relato que destila humanidad y autenticidad.
En "Via Gemito", publicada en paralelo por Altamarea y considerada una de sus obras más significativas, Starnone explora la relación intergeneracional desde la perspectiva de un hijo que recuerda a su padre, un hombre frustrado y con ambiciones artísticas inalcanzadas. Al igual que en su presente obra, la memoria es el hilo conductor que permite desentrañar las tensiones y bellezas de las relaciones humanas, revelando el conflicto entre lo vivido y lo recordado. Ambas obras, hermanas en espíritu, comparten el don del autor para adentrarse en la fragilidad de la existencia a través de personajes profundamente humanos, que encuentran en el pasado tanto refugio como campo de batalla. Starnone se reafirma como un maestro de la literatura contemporánea, capaz de captar con precisión las sutilezas del corazón humano y ofrecer, una vez más, una obra que no decepciona.
▲Lo mejor: La sutileza con la que Starnone aborda la vejez y el deseo, con una prosa precisa y evocadora
▼Lo peor: Quizás su ritmo lento, que puede resultar demasiado moroso para algunos lectores.
«Los regresos», Juan Vico ★★★★
Juan Vico recupera la figura de este emblemático poeta en una biografía novelada que recorre una vida propia de una leyenda
Por Jesús FERRER
El género de la biografía novelada cuenta con una sólida tradición literaria. Escritores tan diversos como son Stefan Zweig, Manuel Chaves Nogales o Emmanuel Carrère han dotado a esta modalidad narrativa de unos precisos caracteres: recreación ficcional de protagonistas y situaciones, combinación de apego y distancia entre lo acaecido y lo imaginado, cierta sentimentalidad algo melodramática, y la libre profundización en la intimidad del personaje biografiado. Este parece retratado en una semblanza rigurosa y entretenida a la vez, y en la que cuentan por igual circunstancias reales de su vida y la figuración fabulada de su diario devenir.
Juan Vico (Badalona, 1975), que ya ostenta una reconocida trayectoria narrativa, se suma a esta tradición con «Los regresos», novelando la vida del poeta italiano Dino Campana (1885-1932). Aquejado este de diversas patologías mentales, adscrito a un radical malditismo estético, incansable y extravagante viajero, creador de contundente originalidad como lo demuestra en sus «Cantos órficos», representa al tipo de escritor donde se mezclan realidad y leyenda, en fecunda confusión de sugestivas proporciones narrativas.
Ahondando en tan fascinante personalidad, Vico penetra en los contradictorios y alucinados entresijos de una atormentada mente, que tan sólo se libera con la pura creación poética. Se rastrea con acierto la huella de Rimbaud y Baudelaire en su obra y en su vida; ambas se funden en emotiva simbiosis.
Ante el retrato de su madre sosteniéndolo en brazos, señala el biógrafo: «Tu madre está ahí, sosteniendo la carne de su carne, y ahí seguirá por siempre, sosteniendo un pedazo de aire, cuando el Dino niño desaparezca devorado por la leyenda, carne de papel, personaje de novela». Morirá malherido al intentar saltar la alambrada del manicomio en el que se hallaba recluido, entrando entonces en el territorio del mito, en esa inmortalidad tejida de ocurrentes mixtificaciones, e inciertas verdades. Esta ejemplar biografía novelada ofrece, con documentada subjetividad y buen pulso narrativo, la atractiva semblanza –vida y leyenda– de tan singular poeta.
▲Lo mejor: La conjunción de rigor documental y creativa ficción literaria que logra el autor
▼Lo peor: Nada reseñable aquí, tratándose en este caso de una excelente biografía novelada
«Un silencio lleno de murmullos», de Gioconda Belli ★★★★
Gioconda Belli logra una acertada novela sobre un asunto a veces eludido: cómo los hijos pagan por las causas de los padres
Por Ángeles LÓPEZ
Gioconda Belli construye una novela introspectiva y psicológica, donde el silencio se erige como el verdadero protagonista, un espacio cargado de significados ocultos, ausencias y descubrimientos. La obra narra la historia de Penélope, una mujer que, tras la muerte de su madre en Madrid, se ve obligada a hacerse cargo de sus pertenencias en medio del aislamiento provocado por la pandemia. Lo que parecía ser una tarea meramente material se transforma en un viaje hacia las profundidades de su propia historia familiar y emocional. La madre de Penélope, comprometida con la lucha política en Nicaragua y marcada por el fracaso de la revolución sandinista, es una figura que oscila entre lo idealizado y lo ausente. La relación entre ambas, teñida de distancias y silencios, es el corazón emocional de la narración. Belli profundiza en el costo que el compromiso político puede tener en las relaciones más cercanas, revelando cómo una vida dedicada a ideales colectivos a menudo deja un vacío en lo íntimo, en lo personal. La madre de Penélope es una mujer apasionada por sus causas, pero incapaz de sostener su rol de madre con la misma entrega, lo que genera una relación marcada por la ausencia.
Uno de los aciertos de la novela es su capacidad para transformar la casa donde Penélope queda atrapada en un espacio alegórico. Los objetos, fotografías y documentos que encuentra no son solo vestigios materiales de una vida, sino puertas que abren hacia un pasado complejo, donde ella redescubre a una madre que nunca conoció del todo. Este confinamiento físico y emocional es, a la vez, una metáfora del aislamiento psicológico que ha marcado su relación con ella. La autora maneja el suspense (no diría psicológico, sino emocional) con maestría, sin recurrir a artificios. La tensión se construye a partir del lento desvelar de secretos y de la confrontación silenciosa entre Penélope y los recuerdos que emergen de su progenitora. La pandemia intensifica este proceso, atrapando a la protagonista en una introspección que la empuja a comprender mejor el legado emocional que ha recibido. Una novela sobre la reconciliación que, a menudo, solo se logra con distancia.
▲Lo mejor: Que el silencio sea más un espacio de reflexión que de ausencia de palabras
▼Lo peor: El suspense psicológico está más en el lado emocional que en la acción
«La invención de todas las cosas», de Jorge Volpi ★★★★★
La ficción es el eje de este volumen donde el autor hace una disección sobre la capacidad de los hombres para la creación y la invención
Por Diego GÁNDARA
¿De qué materia están hechos los sueños? De la misma materia en la que está hecha la ficción, diría, palabras más, palabras, menos, William Shakespeare. Pero, ¿qué es la ficción, en realidad? Eso que no se sabe qué es, pero que se trata de un talento singular nuestro que sabemos que nos ha ayudado, como humanidad, a modelar nuestra historia, a cincelar nuestro presente, un presente personal y colectivo, y, de eso estamos seguros; es, sobre todo, lo que nos vuelve humanos.
«Somos máquinas de contar», señala Jorge Volpi (Ciudad de México, 1968) en su nuevo y monumental libro, «La invención de todas las cosas», en el que propone, en más de setecientas páginas llenas de erudición y de ideas y de información, un viaje por el mundo de la ficción que va desde el big bang hasta hoy. Un viaje por la historia de la humanidad como seres humanos, «desvergonzadamente humanos», subraya el autor, que poseemos, además, un singular don para la invención. Dividido en ocho libros que se agrupan según se trate de la ciencia, de la música, de la literatura, de las ideologías, Jorge Volpi observa el funcionamiento de la ficción pero no como aquello que engaña, que finge o que inventa otra realidad. Lo hace, por el contrario, desde la etimología misma de la palabras, que tiene que ver con modelar la realidad, con ordenarla y, también, aunque suene extraño y parezca una redundancia, con hacerla realidad.
No sólo somo máquinas de contar, insiste Volpi. Además, somos las historias que nos contamos. Historias que se relacionan con otras historias en las que la ficción es la base de mitos, de religiones, de regímenes, de pensamientos mágicos y, claro, el gran motor de la imaginación y la literatura. No sólo máquinas de contar. No sólo las historias que nos contamos.
La lectura de este libro nos muestra a la ficción como el único camino para saber quiénes somos. Una identidad hecha por lo que fuimos e imaginamos, pero también, y básicamente, por lo que somos o creemos ser sostenidos por los dones que la ficción otorga: «Ser uno –dice Volpi–. Ser otros. Ser legión. Ser yo y ser tú y ser él y ser nosotros y ser ustedes y, acaso lo más arduo, ser ellos».
▲Lo mejor: La erudición de Jorge Volpi, que no está reñida con la claridad ni con la amenidad
▼Lo peor: No hay nada que cuestionar a este libro. Es una obra completa, monumental