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Escándalo

Una de las 14 víctimas que han denunciado al dramaturgo Ramón Paso por delitos sexuales asegura que era menor cuando ocurrió

Tras el abandono ejemplar de Pepe Viyuela y la cancelación temporal de la obra escrita y dirigida por el dramaturgo "Jardiel enamorado" que se encontraba activa hasta ayer, Isabel Coixet también se ha manifestado públicamente después de las denuncias

Bisnieto del escritor Enrique Jardiel Poncela y nieto del dramaturgo Alfonso Paso, aún es pronto para dirimir si lo suyo era puro teatro, pero lo que parece bastante evidente, a tenor de las últimas y alarmantes acusaciones, es que el testimonio de las mujeres denunciantes no lo es y que a la etiqueta de "grave" no le sobra una sola letra. En la tarde de ayer, la Fiscalía Provincial de Madrid presentaba una denuncia contra el director de teatro Ramón Paso, por presuntos delitos sexuales cometidos contra varias mujeres entre 2018 y 2023.

Tal y como señalaba la letrada Luisa Estévez Martínez, encargada de representar a las 14 mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, la Fiscalía, quien fue puesta en conocimiento de los hechos el pasado año, incluye en su denuncia presuntos delitos de agresión sexual –en algunos casos de forma continuada–, así como delitos de acoso sexual y hostigamiento, contra la integridad moral y de coacciones. Martínez precisó además que la mayoría de las denunciantes, pero no todas, fueron víctimas de actuaciones que entrarían en el espectro que recoge actualmente el Código Penal para las agresiones sexuales en lo referido al apartado del consentimiento –tras la reforma de la conocida como "ley del solo sí es sí"–. Según las fuentes consultadas, las conductas señaladas por el Ministerio Público habrían tenido lugar en el marco de los "castings" en los que participaban el dramaturgo y las presuntas víctimas.

Asimismo, una de ellas ha afirmado que era menor cuando ocurrieron los hechos objeto de la denuncia. Según ha adelantado El Confidencial, la denunciante ha remarcado que cuando Paso la agredió, tenía tan sólo 14 años. Con la espesa y alargada sombra todavía caliente del reciente episodio de acusaciones públicas vertidas sobre el cineasta Carlos Vermut por atropellos sexuales similares a los citados en el caso de Alfonso Paso y la creciente sensibilidad social despertada hacia una realidad de vulneración sistemática que parece llevar lustros conviviendo debajo de una alfombra en la que no paran de apilarse los montículos de mierda, las reacciones no se han hecho esperar.

De manera casi inmediata a la publicación en los medios de la noticia, Isabel Coixet, directora de "El techo amarillo", un documental en el que trata precisamente la denuncia presentada en 2018 por un grupo de nueve mujeres contra dos de sus profesores del Aula de Teatro de Lleida por abusos sexuales ocurridos cuando eran unas adolescentes, escribía evidenciando rabia y disgusto en su perfil de Instagram: "14 mujeres hoy han dado un paso. Han hablado delante de abogados, fiscales, policías, psicólogos. Deberán hablar mas, repetir una y otra vez lo que les ocurrió, que nunca debería haber ocurrido. Yo las he escuchado y las creo. No convirtamos esto en un circo. Apoyémoslas. Respetémoslas. Solidaricémonos con ellas y con su abogada, en la manera en que ellas lo necesiten. Ya bastante han pasado. Y basta ya".

Por su parte, el actor Pepe Viyuela, también quiso manifestarse de manera ejemplarizante e intachable desde el punto de vista de la determinación personal ante lo sucedido jugando, en su caso, un papel de implicación mayor que el de la directora de "La vida secreta de las palabras" ya que hasta ayer mismo se encontraba representando la última obra escrita y dirigida por Paso en el Teatro Infanta Isabel de Madrid, "Jardiel enamorado". Minutos después de confirmar que abandonaba de manera oficial la función y señalar que no tenía estómago para salir a escena, la productora de la obra, Lola Teatro, anunciaba la suspensión de la representación prevista para la tarde de ayer y advertía de una pronta reunión para decidir el futuro de la obra. Con este nuevo y desagradable episodio de supuesta agresión sexual dentro del terreno cultural y más concretamente en las tablas de un teatro, podría barruntarse el surgimiento de un #MeToo teatral, aunque todavía no sepamos cuándo ni quién o quiénes serán las próximas en meter la mano debajo de la alfombra.