“These are the days of our lives”: la última y triste imagen de Freddie Mercury
Un día como hoy de 1991, pocos meses antes de la muerte del líder de Queen, se lanzaba un videoclip en el que se percibía su delicado estado de salud
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Sus convicciones artísticas y su pasión por la música le llevaron a no abandonar su profesión hasta que físicamente le fuese imposible. Freddie Mercury se fue demasiado pronto, pero aguantó hasta el final. Falleció el 24 de noviembre de 1991 por bronconeumonía complicada por el sida, dejando al mundo de la música un legado insuperable y produciendo en mayo del mismo año un último videoclip a modo de despedida. Fue un día como hoy de 1991 cuando Mercury lanzó “These are the days of our lives”, uno de los temas más representativos de “Innuendo”, el decimocuarto álbum de Queen, y que supuso un gran impacto para sus seguidores, pues vieron al líder de la mítica banda en peor estado físico que nunca.
El videoclip, grabado en blanco y negro, mostraba el delicado estado de salud de Mercury, pese a las capas y capas de maquillaje que le pusieron en el rostro. Así lo recordó el guitarrista Brian May en documental “Days of our lives”, estrenado en la BBC en 2011: “Pasaba horas y horas con la gente de maquillaje arreglándose para verse bien. Le costaba mucho estar de pie. Cuando lo hacía solía apoyarse en una mesita, bebía un vaso de vodka y decía: ‘Cantaré hasta que me desangre’. Mirándolo ahora, en ‘These are the days of our lives’ hay un montón de cosas que indican que Freddie estaba en cierto modo diciendo adiós”.
De esta manera, muy delgado, pálido y dolorido, Mercury grabó el videoclip de esta canción, bajo dirección de Rudi Dolezal y Hannes Rossacher. Una canción que, según varios seguidores y expertos de la carrera de Queen, habría sido un resumen de los últimos días del artista. “No estaba listo para irse pero encontró la forma de hacerlo. Creo que en esa canción dio con la forma”, explicó la biógrafa y amiga de Mercury, LEslie Ann Jones. “Se veía demacrado y enfermo. Para mí lucía como muerto”, añadió. Por su parte, el baterista Roger Taylor aseguró que “se podía escuchar que su voz perdía fuerza. Uno se daba cuenta de que era una voz con problemas, aunque aún así lo hacía perfectamente. Se veía tan enfermo que daba miedo, y pienso que intentarlo fue algo bastante valiente por su parte”.
La canción fue escrita por Roger Taylor y terminó siendo un auténtico éxito, debutando como número uno en el UK Singles Chart durante cinco semanas consecutivas, así como se alzó con el British Awards a Mejor Canción en 1992. De hecho, fue cuando Brian May y Roger Taylor subieron al escenario a recoger este galardón, cuando el batería anunció que el lunes 20 de abril de 1992 se celebraría la vida de Mercury a través de un gran concierto tributo, en el Estado de Wembley y cuyas entradas se agotaron en tan solo dos horas. Un homenaje a la manera de Mercury, pues siempre vivió a lo grande, con todo tipo de excesos y arrojando hasta la última gota de energía sobre lo que más le gustaba en el mundo: disfrutar con la música.