Cultura

La industria musical en España, ¿un sector olvidado?

La Federación de la Música española pone a disposición del futuro Gobierno un plan estratégico que valore sus necesidades

La industria de la música está compuesta por intérpretes, técnicos, autores, etcétera
La industria de la música está compuesta por intérpretes, técnicos, autores, etcéteraDavid JarLa Razón

La música nos rodea, define, complementa, desahoga, consuela, sana y refuerza. Por todo ello, es un arte imprescindible. Pocos aspectos de nuestras vidas carecen de su compañía, y a veces no somos plenamente conscientes de todo lo que conlleva hacer posible que una canción llegue a nuestros oídos. La industria de la música es un gigante amable, agradecido, trabajador, que vela por la calidad y proyección de unas creaciones necesarias y cotidianas. Pero no solo se compone del cantante frente al micrófono, del técnico de sonido o del creador de las letras: la música es muchísimo más, y por ello hace falta reivindicarla. La Federación de la Música de España (Es Música), que está compuesta por numerosas asociaciones –de autores, artistas, intérpretes, ejecutantes, organizadores de festivales, mánagers, discográficas, salas de conciertos, etcétera–, es representante de los intereses colectivos del sector, y es por ello que ha decidido dar un golpe sobre la mesa. Es el momento, coinciden, de dar un empujón a esta industria, de valorarla como algo más que una forma de entretenimiento, y de dotarle de todos aquellos derechos de los que, sorprendentemente, sigue careciendo a estas alturas del siglo XXI.

El sector de la música aporta un 1,5 al PIB de España, sin contar la repercusión indirecta que tiene en hostelería u ocio nocturno. Goza de una muy buena salud, vive una época dorada, pues ahora el mundo escucha bastante música en español, tanto grabada como en vivo. Además, nuestro país se está colocando entre los primeros en términos de turismo musical, lo que se complementa con un talento emergente que viene pisando fuerte. Es un momento, por tanto, idóneo para reunir fuerzas y solicitar que se cubran ciertas necesidades, por lo que Es Música se ha reunido para realizar una serie de propuestas que quedan a disposición de la próxima legislatura y del gobierno que resulte... si es que finalmente resulta. Así lo planteaba Kim Martínez, presidente de Es Música, en una presentación ante la Prensa donde pusieron en común sus solicitudes: «Necesitamos poner el foco en la industria, una actividad que es esencial también a nivel socioeconómico. Debe ser una actividad de primer orden. Llevamos demasiado tiempo anclados en los parámetros del pasado, que nada tienen que ver con la actualidad de la industria».

El problema sería el siguiente: tenemos mucha calidad musical, pero muy pocas herramientas para consolidarla y potenciarla. Es por ello que Martínez subraya una anécdota: «En junio la música en español vivió un momento histórico, y es que las cinco primeras canciones del top 50 del catálogo de ‘‘streaming’’ eran en nuestra lengua. Ninguna de ellas estaba producida en España». Somos un país exportador de música, por lo que mucha economía se está yendo para afuera. «Debemos y estamos obligados a aprovecharlo, porque España tiene una historia rica musical, y tenemos que hacerla valer. Se ha consolidado como destino turístico, así como también se ha fortalecido el sector educativo musical. Hay unas infraestructuras de carácter público y privado que pueden hacer que España sean el estilo y la estrategia a seguir», asegura el presidente.

EL TALENTO NACIONAL, Y MÁS ALLÁ

La industria de la música no es que sea débil y necesite ayuda, sino que es tan fuerte que debemos equilibrarla, aprovecharla. Por ello, desde Es Música van más allá, y también solicitan consolidar la internacionalización de nuestra música. Asegura su presidente que «necesitamos trabajar en una sinergia de importación-exportación, para poner la marca España en todo el mundo». Todo ello, debería hacerse «con la Oficina de Internacionalización de la música española», añaden, pues sería una herramienta que ayudaría al fomento, promoción y desarrollo del talento nacional.

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Por tanto, la industria musical aprovecha esta etapa en auge para «poner a disposición del próximo gobierno el plan estratégico que venimos realizando», continúa Martínez, «y como punto de partida nos parece esencial la creación de una Dirección General de la música, o un Instituto de la música». Se trata de una propuesta que secunda todo el sector, desde la música en vivo hasta la grabada. Esta última, explica Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, «ha crecido en 2022 un 12% por encima de la media mundial. En España dedicamos 21 horas a la semana a escuchar música grabada, cuando la media mundial está en 20. Pero tenemos el problema de que el valor de una escucha en nuestro país es menor que en nuestro entorno». Por ello, añade, «tenemos que cambiar la mentalidad, y para ello nos tiene que ayudar la administración». Ven desde Promusicae crucial el apoyo a la producción musical, pues «el de la música grabada es el único sector sin ayudas fiscales. Nos hemos planteado el por qué, se han presentado propuestas, pero el Ministerio de Hacienda siempre ha decidido que no era el momento. Francia e Italia tiene implantados estos modelos desde hace años, y ganan dinero», advierte. Y es por ello, sumado a la necesidad de una mayor cobertura de la Propiedad Intelectual, por lo que necesitamos «una Dirección General de música potente. Eso cambiaría las cosas».

Responsabilidad, oportunidad

La música en vivo también representa un tejido amplio y diverso del sector, y quizá haya sido uno de los que más ha sufrido desde la pandemia. Durante dos años, tuvo que adaptarse a una parálisis absoluta, así como a variadas restricciones. Pero la recuperación ha sido notoria: en 2022 vivió un crecimiento del 191%. «El directo genera empleo, riqueza, y es una actividad cada vez más fundamental en nuestro país. Es un acto único e irrepetible, que como sociedad nos hace más libres y felices», define Albert Salmerón, presidente de la Asociación de Promotores Musicales (APM). No obstante, también cuentan con sus propios problemas, como es la piratería en forma de reventa, explica: «Una lacra que afecta a toda la sociedad y a los profesionales. Es un problema que hay que afrontar para canalizarlos. Por ello sería muy positivo tener ese organismo que pedimos».

También lo secundan, entre otras asociaciones, desde la de Editores de Música (Aedem), pues Josep Gómez, miembro de la junta directiva, asegura que, en el ámbito de la composición, «está muy bien que exista talento y se desarrolle, que haya condiciones de mercado para que exista, pero hay que defender la Propiedad Intelectual como medio para la subsistencia y para defender los derechos de las personas». En este sentido, avisa de que «no nos podemos dormir ante la Inteligencia Artificial. Estamos a tiempo de detectar de qué es capaz. Hemos luchado para tener un organismo público que regule estas cuestiones, porque puede ser una forma de reaccionar y actuar».

En definitiva, para Martínez, estas solicitudes se resumen en dos palabras: «Responsabilidad y oportunidad». Esto último, «porque nunca este sector ha estado tan unido», y lo primero porque «es responsabilidad del nuevo gobierno de acometer estrategias que solucionen los problemas». Es el momento, asegura la industria, de que sea catalogada como sector estratégico de primer orden, y que sus planes puedan formar parte de los Presupuestos Generales del Estado. Y ya llevan un tiempo trabajando por ello: «Hemos contactado con casi todos los partidos, a todos les hemos expuesto el plan del sector, y va en la responsabilidad de cada uno hacernos caso. Un ministerio sin presupuesto es un ministerio débil, por lo que necesitamos uno en condiciones, para equilibrar las sinergias», concluye Martínez.

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LA INFINITA ESPERA DEL ESTATUTO DEL ARTISTA

El 23J dejó, una vez más, el tema del Estatuto del Artista en «stand by». Varias de las medidas que quedaban pendientes de aprobación se han visto paralizadas, lo que conlleva que, de nuevo, el mundo cultural debe hacer uso de su infinita paciencia. Entre las solicitudes que se realizaban desde Es Música, no podía faltar la de dicho Estatuto pues, tal y como recordaba la representante de la Sociedad de Artistas Intérpretes (AIE), Montserrat Pratdesaba, «es importante que todo el trabajo realizado hasta ahora se siga apoyando. Necesitamos leyes que hagan posible vivir de la música de forma sostenible». Unas medidas que, además, conllevarían la protección y valoración de un patrimonio tan rico y diverso como es el musical español.