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Saga seriada

El nuevo fenómeno editorial: vuelven las historias por entregas

La serie «Blackwater» llega a nuestro país de la mano de Blackie Books

El escritor Michael McDowell
El escritor Michael McDowellLa Razón

Estamos a principios del siglo pasado y una barca con dos hombres trata de buscar algo de vida humana entre los restos de un pueblo que ha quedado prácticamente hundido por aguas oscuras. El río Blackwater ha arrasado con Perdido, una localidad situada en algún lugar del sur de Alabama. Ese es el punto de partida de «Blackwater», una serie de libros firmados por Michael McDowell que se ha convertido en uno de los grandes fenómenos editoriales de las últimas semanas en nuestro país. Blackie Books está publicando, por entregas, una serie clásica de la literatura fantástica estadounidense que cuenta con admiradores de la talla de Stephen King.

La saga se está publicando siguiendo más o menos las exigencias marcadas por McDowell. Cuando apareció «Blackwater» por primera vez en Estados Unidos cada mes llegó a las librerías una de sus seis entregas. En España, se hace cada quince días. Se rescata de esta manera el espíritu de esa literatura por entregas, folletinesca, que dio maestros de la talla de Alejandro Dumas, Charles Dickens o Arthur Conan Doyle.

Michael McDowell fue un escritor fascinado por el lado más oscuro de la vida, algo que supo ver, por ejemplo, Tim Burton que lo contrató como uno de sus colaboradores en «Beetlejuice» y «Pesadilla antes de Navidad». El sida se llevó prematuramente a este autor, pero le dio tiempo a escribir novelas de todo tipo, algunas de ellas con seudónimo: desde lo policial al terror gótico.

Él también era un tipo peculiar, fascinado con la muerte, como lo demuestra la peculiar y extraña colección dedicada al tema, con objetos y libros de todo tipo que fueron adquiridos hace unos años por la Universidad Northwestern de Illinois. Cuando se hizo público el fondo se supo que el escritor conservaba desde una pintura española del siglo XVI protagonizada por un niño muerto hasta fotografías de la ejecución de los responsables del asesinato de Abraham Lincoln. Incluso hay anuncios de vestuario funerario con modelos vivos.

Obtuvo los más altos honores académicos por parte de la Universidad de Harvard y fue allí donde empezó a escribir, aunque fue algo que combinó trabajando como profesor, crítico de teatro y secretario en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Además de en libros, sus historias también fueron redactadas para la pequeña y la gran pantalla. Ya se ha citado aquí a Tim Burton, pero también dejó su personal huella en guiones para las series «Tales from the Darkside» y «Amazing Stories» de Steven Spielberg. Eso le hizo vivir a medio camino entre Boston y Hollywood, además de fundar Pecos Productions.

«Alguien me preguntó una vez qué pensaba que hacía la ficción de terror. Cuál era su propósito. . . Respondí que cuando escribía ficción de terror, intentaba tomar lo improbable, lo inimaginable y lo imposible, y hacerlo parecer no solo posible, sino inevitable», aseguraba el escritor, que es considerado uno de los indiscutibles maestros del género de misterio, al que suele dar todos los giros posibles en cada una de sus historias. Una buena prueba de ello es la exitosa novela «El Amuleto», publicada originalmente en 1979. La obra contó con más de treinta entregas adicionales escritas bajo su propio nombre o los seudónimos de Nathan Aldyne, Axel Young, Mike McCray y Preston Macadam.

En una de las biografías que acompañaban uno de sus libros se decía que un día típico en la vida de Michael McDowell se iniciaba escribiendo por las mañanas «y pasa el resto del día mirando por la ventana con la esperanza de que suceda algo interesante». También añade que «colecciona fotografías de cadáveres». El autor no ocultaba que «soy un escritor comercial y estoy orgulloso de ello. Estoy escribiendo cosas que se pondrán en la librería el próximo mes. Creo que es un error tratar de escribir para siglos».

Desde que «Blackwater» se publicó por primera vez en lengua inglesa en 1983, ha seguido teniendo numerosos adeptos en el mundo, por ejemplo, en Francia e Italia, con más de dos millones de ejemplares vendidos de la saga. Desde entonces ha conocido desde ediciones en un solo volumen a serializaciones en formato electrónico. El terror construido por McDowell sigue tan vigente hoy como ayer, cuando solo era un admirador de Stephen King, un escritor que lo definió como «el mejor autor de novelas originales de bolsillo en Estados Unidos de nuestros días».