Los tachones de Truman Capote

No hay duda al respecto. «A sangre fría» es la obra maestra de Truman Capote. Se ha indagado sobre lo que el escritor investigó en relación al asesinato y los criminales que ocupan las páginas de ese libro, pero hay algo que no se ha podido contemplar con detalle y es la mesa de trabajo del autor... Hasta ahora. Acaba de publicarse, en edición limitada de mil ejemplares, una edición facsímil del manuscrito original, lo que nos permite conocer cómo fue todo el proceso creativo. En formato de lujo y con un precio de 230 euros, el volumen editado por SP Books se basa en todo el material, cuadernos y artículos, conservados en la Biblioteca del Congreso, en Washington D.C., y la Biblioteca Pública de Nueva York.

Capote no usaba la máquina de escribir. Todo a mano: desde la primera versión, el borrador inicial, hasta la revisión final. Todo eso es lo que integra este volumen en el que nos encontramos con varios de los párrafos que Capote excluyó en la versión que finalmente fue a imprenta. El autor de «Música para camaleones» trabajó durante cinco años en el texto en que trataba de arrojar luz sobre el asesinato en la granja de la familia Clutter en noviembre de 1959.

Gracias al manuscrito podemos saber que Truman Capote en ocasiones elaboraba bocetos de algunas de las escenas o los personajes del relato. En este sentido, por ejemplo, resultan curiosos los retratos, casi caricaturas, que realiza de algunos de los miembros del jurado que juzgó a Richard Hickock y Perry Smith, los autores materiales del asesinato. También contienen los papeles el plano que Capote realizó del hogar de los Clutter, el escenario del crimen, todo ello anotado con un gran detallismo por parte del escritor.

Quien se acerque a estos documentos también constatará que en él conviven dos Capotes: el investigador y el novelista. En este sentido, en una de las páginas, Capote se pregunta por los posibles motivos del asesinato y traza cuatro hipótesis de trabajo: 1) Cosa adolescente.

2) Psicopático puro y duro.

3) Psicopático con motivo de ganancia.

4) Odio a cualquiera en la finca.

Capote fue muy cuidadoso en el respeto a la memoria de las víctimas. En este sentido, el asesinato de Nancy Clutter aparece en el manuscrito con numerosos detalles. como cuando afirmaba que «la explosión que la mató había salpicado la pared con sangre, con mechones de cabello, tejido cerebral». Todo ellos fue finalmente suprimido en la versión definitiva.

Capote se fascinó con Perry Smith, algo que también surge en esta edición donde vemos al asesino retratado por el autor de «Desayuno con diamantes». En ese boceto, Smith no tiene ojos sino un agujero negro. Está fechado en 1960, cinco años antes de que fuera ejecutado. Capote fue uno de los testigos del cumplimiento de la sentencia.