Navidad con las espadas en alto
Los Teatros del Canal coproducen la adaptación teatral del corto “Ojos que no ven”, “una comedia muy ácida” sobre las reuniones familiares en estas fechas
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Después de haber sido seleccionado, en su larga andadura, en 60 festivales internacionales, y haber obtenido nada menos que 16 premios, el cortometraje Ojos que no ven se convierte en obra de teatro en manos del director escénico valenciano Carles Alfaro. Estrenado en 2012, el filme analizaba con sarcasmo los conflictos, de sobra conocidos por cualquier espectador, que se generan en las reuniones familiares con motivo de la celebración de la Navidad. Los secretos, las rencillas, las mentiras, el hastío, las incompatibilidades ideológicas y de carácter –y, por supuesto, también los sentimientos de amor– se mezclan en ésta historia con la que Natalia Mateo, autora y directora de la cinta original, optó al Goya en la categoría de Mejor cortometraje de ficción. “Es una comedia inspirada en cada Nochebuena de mi vida –confiesa la autora–. Me parecía necesario reírse de algo tan cotidiano y repetitivo. La obra habla de cómo nos empeñamos en sostener y perpetuar el sistema familiar, la alegría, la felicidad, el nacimiento de Jesús… Todo a costa del dolor y la mala digestión del alma”.
Concebida dentro del proyecto Creación Canal, que están desarrollando la Comunidad Autónoma de Madrid y los Teatros del Canal para ayudar a poner en pie algunos proyectos artísticos, la función puede definirse, según Carles Alfaro, como una “comedia muy ácida en la que los personajes tienen que reír por no llorar, o llorar por no reír”. “Ocurre que, aunque los individuos abandonen el nido familiar a medida que van creciendo, al final tienen que volver a él una vez al año –explica el veterano director–. El problema es que, cada vez que vuelven, tienen que desempeñar de nuevo ese mismo rol que se espera de ellos, a pesar de los procesos de crecimiento que han ido experimentando fuera de ese nido. Hay una relación de amor-odio sobre esa necesidad de pertenecer a una unidad familiar. Es verdad que esa necesidad se está destruyendo paulatinamente, pero no acabamos nunca de sustituirla porque es innata en nosotros”.
En esa relación de amor-odio se advierte ya una idea de contradicción que es fundamental para Alfaro en su carrera a la hora de trabajar los personajes: “Yo no puedo admitir la no contradicción –reconoce el director–. Todos los personajes están teñidos de ella. Creo que ha de ser así. Pienso que la mentira es muchas veces necesaria, y no creo que haya que censurarla como tal. Los personajes intentan moverse dentro de esa familia como mejor pueden. Actúan muchas veces con servilismo y cobardía; pero saben por experiencia que un acto de valentía se paga casi siempre muy caro. Al final, todos son culpables de lo lo peor que les ocurre, pero también de lo mejor”.
El elenco de la película original, que contaba con nombres como los de Asunción Balaguer, Luis Callejo, Canco Rodríguez o Ana Wagener, ha sido sustituido por otro plantel de actores igualmente conocidos y experimentados, entre los cuales están Mamen García, Mariola Fuentes, Javi Coll o Jorge Roelas.
- Dónde: Teatros del Canal, Madrid. Cuándo: hasta el 9 de enero. Cuánto: desde 25 euros.