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Cuando lo que cuenta es la emoción

Talavante salió a hombros y una oreja se llevó un valentísimo y entregado Nek
Corrida de toros mixta en Valencia
Corrida de toros mixta en ValenciaKai FORSTERLINGEFE
La Razón
  • Paco Delgado

    Paco Delgado

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No acabó de encajar el apaño que la empresa gestora de la plaza de Valencia pergeñó para la corrida extraordinaria que se metió en el abono de la Feria de la Comunidad Valenciana. La caída del cartel de Morante desbarató los planes de Espacios Nautalia, que creyó oportuno dejar que Talavante se hiciese cargo de los toros que debería haber lidiado el de La Puebla. Para empezar, más o menos media entrada para presenciar el festejo. Y eso que Nek trajó a mucha gente de su pueblo. Cerca de dos mil paisanos, dijeron.Un matador, un novillero, toros de dos ganaderías distintas, novillos de una tercera... pero una ensalada que resultó entretenida y por momentos brillante. Y es que cuando hay emoción todo sabe mucho mejor.De los diez toros que se reconocieron para elegir cuatro, el primero tuvo poco fuerza y acometer insulso. Pero fue noble y repetidor y el pulso de Talavante para no agobiarle le permitió una faena templada y despaciosa, gustándose por momentos y dejando lucir a su oponente.Se picó fatal al de Garcigrande que hizo segundo, que llegó al último tercio descompuesto y cabeceando. Voluntad y disposición fue lo único que pudo demostrar Talavante.No hubo criterio para picar al tercero, con el que estuvo también muy dispuesto en un trasteo de más envoltorio que contenido y muy efectista, con mucho más toreo accesorio que fundamental.Su cuarto toro fue el mejor hecho y más cuajado de su lote. Se arrancó de lejos y empujó en el peto, pero en la muleta fue renuente y sin entrega. Nada más comenzar la faena se lo echó a los lomos, aunque sin consecuencias. Todo lo tuvo que hacer él, tirando siempre de su oponente, volcado en un quehacer que tuvo mérito por su entrega y rematado por una gran estocada que decidió a su favor la concesión de la oreja que le daba derecho a la puerta grande.Y de los otros diez novillos que se trajeron para escoger dos, el primero fue feo a más no poder. Parecía camargués. Se estiró Nek al recibirle de capa y atacó desde el primer momento a un novillo codicioso y brusco que le levantó los pies del suelo al primer descuido. Siguió el novillero muy valiente y con ganas, bajando mucho la mano y procurando llevarle y someterle. Los adornos y desplantes finales, pasándoslelo muy cerca, acabaron por calentar al tendido y su labor, más emocionante que brillante, premiada con una oreja.El novillo que cerró plaza tuvo hechuras de toro y muy malas intenciones: Probón e incierto, no por ello se amilanó Nek, que se jugó el tipo en una actuación valentísima y al filo de lo imposible, buscando lucimiento con un oponente que no lo permitía pero con el dejó claro su valor, sus ganas y un coraje tremendo.
Valencia, 8 de octubre. Segunda de feria. Más de media entrada.Un toro de Domingo Hernández, primero, tres de Garcigrande y dos novillos de Fuente Ymbro. Conjunto desigual de presencia y juego.Alejandro Talavante (de pastel y oro), entera, ovación; dos pinchazos y estocada, silencio; pinchazo, media, oreja; entera, oreja.Nek Romero (de negro y oro), pinchazo y estocada, aviso, oreja; pichazo, estocada, aviso, y dos descabellos, .De las cuadrillas destacaron Javier Ambel, Fernando Sánchez y El Puchano.