San Isidro

La gesta de Castella, herido grave, y el toreo de Uceda en Las Ventas

Sebastián cortó un trofeo y resultó herido grave en el muslo izquierdo con una cornada de dos trayectorias: 20 y 15 cm

La gesta de Castella, herido grave, y el toreo de Uceda en Las Ventas
El diestro galo Sebastián Castella con su segundo toro durante el vigésimo primer festejo taurino de la Feria San Isidro, con toros de la ganadería del Torero, este viernes en la Monumental de Las Ventas, en Madrid.David Jar

Morante estaba de boca en boca. Como si fuera la última esperanza artística de la Feria. Un San Isidro rico en público y pobretón en lo artístico. Hemos tenido pellizcos, incluso Puertas Grandes, pero nos ha faltado ese momento de rompernos el corazón en dos de los que te quedas atrapado. Ese fue el que nos hizo peregrinar a Madrid otra vez, por si acaso el de La Puebla todavía con el recuerdo fresco de las dos orejas y rabo sevillanas haciendo historia medio siglo después se avivara. Con la mitad nos hubiéramos conformado. Abrió cartel un torero muy del gusto de Madrid: Ignacio Uceda Leal. Sirvió el primero de El Torero y mientras lo descubríamos vino la lluvia y a su vez los paraguas, los chubasqueros... Todo el armamento para intentar no acabar calado desde el primero. Uceda lo hizo bonito, al natural, por la diestra, en el toreo por bajo, armonioso, poniendo orden en el descontrol que daba el agua en el tendido. La espada emborronó todo. Una pena.

MADRID, 02/06/2023.- El diestro José Ignacio Uceda Leal durante el vigésimo primer festejo taurino de la Feria San Isidro, con toros de la ganadería del Torero, este viernes en la Monumental de Las Ventas, en Madrid.
MADRID, 02/06/2023.- El diestro José Ignacio Uceda Leal durante el vigésimo primer festejo taurino de la Feria San Isidro, con toros de la ganadería del Torero, este viernes en la Monumental de Las Ventas, en Madrid. Agencia EFE

Espeluznante de pitones era el cuarto. De tan largos y para arriba parecían que no acababan nunca. Todo lo que ocurriera delante de él era un puro desafío. De ahí el mérito de El Niño de Aravaca no sólo de ponerle los pares de banderillas sino de bordarlo hasta desmonterarse. Un grande. Al toro le fallaban las fuerzas y la nobleza que la tenía la tiñó con cabezazos por falta de empuje. Uceda se puso al natural, que ya tenía mérito, porque además el viento molestaba. A su aire se desplazaba más que cuando Leal lo bajó la mano. Faltó uniformidad al trasteo, pero fácil tampoco era y poco a poco fue ganando en plasticidad y belleza. Hundió la espada y el trofeo fue suyo.

Se estiró a la verónica Morante, el susodicho, el del reclamo, y fueron bonitos los lances al segundo. Agua para el sediento. El toro esperó en banderillas y el silencio se hizo, por decir algo, en la faena de muleta, ¿qué duró?... cómo contarlo... lo mismo que el primer extraño abrupto del toro. Entonces, la cuenta atrás fue incesante, pases para aquí y para allá y una estocada rápida para quitarlo del medio. La vida es así. Pero ya no llovía.

Lo pegó sin piedad en el caballo al quinto y después el animal estaba con menos de lo justo. Lo normal. Un desastre previsible. Lo habíamos respirado así desde que salió por toriles.

Manseó el de José Vázquez lo que quiso, en el caballo y después, pero cuando llegó la hora de la verdad Castella se puso serio y el francés en su vuelta lo ve claro. El comienzo fue bueno, sedoso, acompasado, con mucho temple. Se ajustó con el animal que tenía ritmo en las embestidas aunque a menos, así la faena. En la suerte suprema encontró Sebastián en la rectitud la estocada, y el premio. El mismo que habían negado el día anterior a Daniel Luque.

El diestro galo Sebastián Castella con su segundo toro durante el vigésimo primer festejo taurino de la Feria San Isidro, con toros de la ganadería del Torero, este viernes en la Monumental de Las Ventas, en Madrid.
El diestro galo Sebastián Castella con su segundo toro durante el vigésimo primer festejo taurino de la Feria San Isidro, con toros de la ganadería del Torero, este viernes en la Monumental de Las Ventas, en Madrid.David Jar

Viotti no defraudó en el sexto en los dos pares. El ambiente estaba caliente. No era cualquier cosa. La Puerta Grande estaba a medio abrir y Castella venía justo de ahí. De salir a hombros de Las Ventas. ¿La historia se repetía? En esta ocasión la verdad tuvo el camino de la dureza, la sangre, el fuego. El toro, que era un toraco, iba desentendido pero se lo tenía guardado. Y en un descuido lo cogió hasta zarandearlo de un pitón a otro. Escandaloso. Fue tremendo. Muy feo. El francés volvió a ponerse delante de la inmensa incertidumbre del toro y a matarlo en la rectitud. Ya era mucho. Era todo, porque en otra ocasión se vio cogido. Otro hubiera tirado antes por la calle del medio. Lo que no teníamos ni idea es que Castella iba herido grave. Son de otro planeta. Queda claro.

Ficha del festejo

LAS VENTAS (MADRID). 21ª de la Feria de San Isidro. Se lidiaron toros de El Torero José Vázquez, el 3º, desiguales de presentación. El 1º, de buen juego; 2º, deslucido; 3º, manso pero dejándose; 4º, va y viene con nobleza; 5º, deslucido y apagado; 6º, peligroso. Lleno de «No hay billetes».

Uceda Leal, de obispo y oro, cinco pinchazos, estocada corta (silencio); estocada (oreja).

Morante, de berenjena y oro, estocada (silencio); dos pinchazos, estocada, descabello (pitos).

Sebastián Castella, de azul marino y oro, estocada (oreja); estocada (ovación).

Parte médico: herida en el muslo izquierdo de dos trayectorias 20 y 15cm de pronóstico grave.