Roca Rey, nuevo ídolo en Pamplona con buena corrida de Victoriano del Río
El diestro cortó dos orejas y pinchó otras dos en su segunda tarde en sanfermín
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Volvía Roca Rey después de que el otro día, el pasado 11, se fuera de esta plaza a hombros y con las peñas coreando su nombre y cantando “¡Perú, Perú, Perú!”. Es el único torero que hacía doblete en este sanfermín 2023 y buscar una entrada era lo más cercano a un imposible. No había y la reventa estaba por las nubes. Pamplona en estado puro.
A la corrida de Victoriano del Río se la esperaba con ganas. Es una divisa interesante que se guarda sus inquietudes dentro. Así nos lo demostró el primero, tan encastado como exigente y agradecido. No regalaba nada y había que apretarlo para que viajara pero iba. Emilio de Justo lo exprimió asumiendo parte de ese esfuerzo, que no era poco, pero sin acabar de cogerle el punto. La suerte de matar se dilató y esos tiempos deberían tenerlos muy presente los taurinos. Son mala prensa para el espectáculo. Son espacios a acortar. Ya sabemos que hay dificultades, todas, también que va a la contra de nuestro futuro.
No fue fácil el cuarto. Ya se lo hizo a Emilio con el capote, se le quedó corto con peligro. Con la muleta fue similar. No acabó de entregarse. A pesar de ello De Justo se justificó en el toreo por ambos pitones y le entró a matar con mucha verdad, que si visualizamos por el momento el toro de Pamplona tiene todo el mérito del mundo.
Antonio Chacón sopló un par espectacular al segundo. No se lo dejó repetir al segundo encuentro. Ya apretó lo indecible al segundo. “Forajido” fue buen toro. Bravura, largura en el viaje y repetición. Pedazo toro. Y entonces ocurrió de todo. Roca quiso cuajarlo por lo clásico y ahí a Pamplona le cuesta más entrar. Lo del pitón diestro del animal era una barbaridad. Podía convertir su embestida en una sola rotación. Una maravilla. Una arrucina en la que aguantó lo indecible acabó por meter a la gente en lo que estaba pasando. Y a partir de ahí, pases muy gozados con recursos que no estaban a la altura como dejar al toro pasar mientras él se quedaba atrás. El toro ahí merecía más. Estamos hablando de un duelo de figuras. Tiró la espada y remató. Con el estoconazo se caía la plaza. Puñetero descabello. Al toro se le premió con la vuelta al ruedo (se había justificado en el caballo) y Roca salió a saludar. Tenía abierta la Puerta Grande de par en par.
Espectacular era el quinto de presencia. Un toraco imponente y montado. No quiso caballo, pero antes de que pudiéramos saber qué pasaba en realidad el toro se lastimó una pata. Y de pronto entre el griterío, la música, la pachanga y el tostón, que de todo teníamos, Roca Rey nos sacó de todo ello como si nos hubieran dado un puñetazo al decidir irse a porta gayola con el sobrero de Toros de Cortés. Emoción. La primera tanda fue de rodillas y ligado, después ganando en ajuste según avanzaba el trasteo a un toro con codicia, repetición, nobleza y buen fondo. Un gran toro también. Al natural se encajó con el animal y en las cercanías hizo el despliegue antes de las manoletinas, la arrucina… y perdí la cuenta. La gente enloquecía. Buen toro, ganadero. Otro más.
El tercero tuvo también una extraordinaria condición hasta que se rajó. Tomás Rufo comenzó de rodillas y fue lo mejor de la faena, la serie más templada y ajustada. Después faltó apretar al toro para que lo que pudiera sacar tuviera más emoción. Ya en tablas remató la faena y con la estocada anduvo certero. Paseó un trofeo. El sexto tuvo media la arrancada y la gente, que se había vaciado con Roca Rey, no hizo mucho caso y se lio hacer la ola. Cosas de Pamplona. Sanfermín tiene nuevo ídolo. Queda claro y es de “Perú, Perú, Perú!”.
El récord del torero peruano en la plaza de la Misericordia de Pamplona está al alcance de muy pocos, pues desde que en 2016 hizo el paseíllo como matador de toros (sólo actuó como novillero una tarde, la del 5 de julio de 2015, cuando cortó una oreja), Roca Rey, con la de hoy, ha sumado un total de diez corridas de toros y en todas ellas ha salido a hombros por la puerta grande, excepto en una, la tarde del 10 de julio de 2019, cuando toreó una corrida de Jandilla al lado de Diego Urdiales y Sebastián Castella, quien sí obtuvo un trofeo.
Jueves 13 de julio. Plaza de toros de Pamplona. Novena de la feria de San Fermín. Lleno de "No hay billetes".
Toros de Victoriano del Río, serios, encastado y exigente el primero; bravo y buenísimo el segundo, “Forajido”, nº 113, premiado con la vuelta al ruedo; de buena condición pero rajado el tercero; complicado el cuarto; el quinto, sobrero de Toros de Cortés, extraordinario; y de media arrancada el sexto.
Emilio de Justo, de grana y oro, media efectiva, aviso, descabello (silencio); y pinchazo, estocada (silencio).
Roca Rey, de coral y oro, estocada, cinco descabellos (saludos); y estocada baja (dos orejas).
Tomás Rufo, azul azafata y plata, estocada (oreja); y estocada (palmas).