Víctor Ullate, subasta y celebración

El coreógrafo conmemora treinta años de carrera con una gala en el Teatro Real que coincide con la venta de su casa de Ciudalcampo y de 200 objetos de su colección privada.

Víctor Ullate cierra el mes de abril y las celebraciones de sus treinta años de carrera con dos grandes eventos. El sábado presenta una gala de aniversario en el Teatro Real en la que antiguos alumnos suyos, hoy convertidos en grandes bailarines, como Joaquín de Luz y Lucía Lacarra, darán nueva vida a extractos de sus más emblemáticas coreografías. Por otra parte, a partir de mañana el maestro abrirá las puertas de su espectacular casa en Ciudalcampo como parte de una subasta de la propia residencia y de más de doscientos lotes de pinturas, joyas, relojes, camafeos y antigaüedades. Organizada por la Malvin Gallery, que ha recuperado la tradición inglesa de realizar la venta en la propia casa, la subasta se llevará a cabo en dos jornadas, la primera, dedicada a las joyas, el 9 de mayo, y la segunda, con el resto de objetos, el 12 de ese mes.

Entre la colección del bailarín, que en 1979 fundó la Compañía Nacional de Danza y ahora lidera la escuela y la compañía que llevan su nombre, se encuentran óleos de Francisco Pradilla Ortiz y de Baldomero Galofre, así como de Manuel Hernández Mompó y Manuel Mampaso. La casa en sí es un refugio rodeado de fuentes, olivos, sauces y cipreses que se aprecian desde el interior gracias a los grandes ventanales y las amplias terrazas tanto de la primera como de la segunda planta. El jardín, al que se accede por el porche porticado con columnas toscanas de mármol blanco, cuenta con piscina, bar y barbacoa. La propiedad es parte de una urbanización en Ciudalcampo contigua al Soto de Viñuelas y que tiene un campo de golf de 18 hoyos, supermercado y hasta un colegio privado bilingüe.

Estreno de «Antígona»

Respecto a la gala en el Teatro Real, además de ser un espectáculo emotivo para Ullate también marcará el estreno mundial de un extracto de «Antígona», la nueva coreografía que ha preparado junto a Eduardo Lao para el Festival de Mérida y por la cual, según comentó, no ha podido jubilarse. En realidad, el bailarín ya ha dejado claro que su sucesora será Lacarra: «Hemos pactado que esperaremos a que ella finalice sus compromisos para luego darle la dirección», afirmó ayer.

Al hacer balance de los hitos de su carrera, se refirió a la Fundación Víctor Ullate, a través de la cual ofrecen formación a niños sin recursos: «Es lo que más me ha llenado, porque está ayudando a muchos chavales que ahora tienen la oportunidad de aportar algo a la sociedad y, sobre todo, de ser felices sobre el escenario como yo lo he sido». Sin embargo, el maestro también hizo hincapié en que «no es suficiente la ayuda pública ni privada en nuestro país para sostener el mundo profesional de nuestro arte». Puso como ejemplo las dificultades que él mismo ha enfrentado para mantener su compañía: «Nadie me puede decir que me he beneficiado de ella porque no es así. Me ha costado dinero mantenerla, y sigue costándome. Hemos pasado y estamos pasando calamidades».