Tenis
Copa ATP: Nadal y Carreño remontan en el partido de dobles, eliminan a Bélgica y se meten en semifinales
Dramático y épico triunfo de España en el último super tiebreak: 6-7 [7/9], 7-5 y 10-7. Antes, Bautista ganó su punto contra Coppejans y Rafa cayó ante Goffin
Un partido épico para una eliminatoria que acabó cerca de la una de la madrugada, hora de Sidney. Cuando todo parecía perdido, Nadal y Carreño apretaron la raqueta, sacaron los dientes y remontaron a Gille y Vliegen en el decisivo partido de dobles, para imponerse en el super tie break final (6-7 [7/9], 7-5 y 10-7) y que España eliminara a Bélgica en la Copa ATP. Ya están en semifinales, donde tendrán como rival a la Australia de Kyrgios.
La eliminatoria fue torcida desde la derrota de Nadal ante Goffin (aquí la crónica, y aquí la de Bautista-Coppejans) en el segundo punto. Todo quedaba pendiente del dobles, en el que el número uno del mundo quiso estar. Pasado el mal rato por la humedad (¡qué manera de sudar! ¡qué mala cara tenía!) en el duelo individual, no quiso perderse el de parejas, que era un partido sin marcha atrás: pasar a semifinales o quedar eliminado, sin segundas oportunidades. Se dio una ducha, se volvió a cambiar, y a jugar junto a Pablo Carreño. Pero Gille y Vliegen, que hacen juntos el circuito y han conquistado tres torneos, no tenían fisuras. Estaban siendo mejores, inabordables con su servicio. Pim, pam, pum... Resto fuera, servicio directo o, si pasaba la red, lo hacía de forma mansa para que los belgas golpearan en la red. No hubo primer set prácticamente, sin opciones de break. Se llegó al desempate y los belgas impusieron su juego y aprovecharon su oportunidad, en un puntazo de Gille, el diestro, que aguantó la volea de Nadal. Su compañero Vliegen estaba siendo el mejor de los cuatro, pero el dúo funcionaba a la perfección.
Y lo siguió haciendo al comienzo del segundo parcial. El desarrollo era el mismo: no había manera de que Rafa y Pablo hicieran daño a sus rivales al resto. Como para desesperarse... Pero no. El momento culminante llegó cuando mandaban los belgas 4-3 y tuvieron dos pelotas de break al saque de Nadal. Salió viva España por un dedo, que es por lo que se fue fuera el tiro a dos manos de Vliegen. En tenis, ya se sabe, se puede pasar del infierno al cielo en un instante. Superado el apuro, llegó el primer resquicio, un 0-40 que España convirtió en ruptura. Por fin. Y lo hizo de forma poco ortodoxa, ya que en esta competición se puede pedir revisión no sólo por las pelotas que tocan o no la línea. Nadal solicitó que se viera si en la volea de Vliegen el belga invadió con la raqueta el campo de los españoles antes de que la bola hubiera pasado la red. Y efectivamente así fue. El “VAR” del tenis dio la razón al número uno, España tenía el break y forzó un super tie break (el último set es un desempate al que llegue a diez puntos, con ventaja de dos) en el que, con la moral por las nubes, en pleno subidón, no lo dejaron escapar Nadal y Carreño, que estuvo fantástico de reflejos en la red todo el encuentro.
Se agarró a la vida España, nadó a contracorriente y llegó a la orilla para disputar unas semifinales (sábado, 08:30, Teledeporte) con mucho morbo, pues el rival es Australia y tiene a Kyrgios, el chico malo del circuito y “enemigo" de Nadal. Pero no se verían en el duelo individual, que enfrentaría a Kyrgios con Bautista y a Nadal con De Miñaur. Sí podrían estar frente a frente en el dobles. La otra semifinal (sábado, 01:00, Teledeporte) enfrenta a la Serbia de Djokovic con la Rusia de Medevedev. Apasionante.
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