Tenis
Copa ATP: Djokovic vence a Nadal, iguala la final y lanza un mensaje para el Abierto de Australia
El campeón entre España y Serbia se decidirá en el partido de dobles, que se juega a continuación y en el que no estará Rafa. Nole/Troicki contra Carreño/Feliciano
Novak Djokovic derrotó a Rafa Nadal en el segundo punto de la final de la Copa ATP (6-2 y 7-6 [7/4]) en un partido que dejó un final del segundo set memorable después de que el número dos del mundo comenzara arrasando el primero. Es el vigesimonoveno triunfo de Djokovic sobre Nadal, por los 26 triunfos del español, en lo que es el duelo más repetido en la historia del tenis. En una semana comienza el primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia, y esto fue un buen aperitivo.
La Copa ATP todavía está por decidirse, ya que Bautista superó por 7-5 y 6-1 a Lajovic en el primer punto. El dobles, que se juega a continuación, decidirá al campeón. Nadal no lo disputará finalmente. Carreño y Feliciano se la jugarán contra Djokovic y Troicki.
No decepcionan nunca los Nadal-Djokovic, por mucho que en pista dura el serbio es un poco mejor, lo mismo que en tierra es superior el español, aunque ambos pueden ganarse siempre. El final del segundo set del duelo de la Copa ATP merece un análisis pormenorizado. Antes, Djokovic empezó con un break el partido y se mostró imponente en un primer parcial perfecto, tanto al saque como al resto. Pero las fuerzas se igualaron después. Nadal sirvió mejor y empezó a jugar a su rival más por el centro, ya que por los ángulos es más complicado, porque ahí el serbio tiene la capacidad de si le abres la pista, abrírtela él todavía más. Y antes del trepidante final, la oportunidad de Rafa, por fin: un 0-40 cuando iba 3-2 arriba. Tres posibilidades de ruptura. Y, como casi siempre, Djokovic saca lo mejor de sí en los momentos de más presión. Con dos derechas salvó el primero. Con un puntazo el segundo, en el que fue acorralando al español en un lado para golpearlo por el otro. Un servicio abierto llevó al 40-40, pero Nadal tuvo otra pelota de break que salvó su oponente cambiando el servicio de lado, tirando a la T.
Fue el preámbulo del momento de éxtasis. El undécimo juego, con Rafa al saque, fue memorable. Djokovic puso a funcionar el cañón al resto y por muy bien que sirvió el español, la respuesta siempre iba cerca de la línea, lo que llevó al balcánico a un 15-40 que se ganó con un tanto tremendo: desgaste desde el fondo hasta que hizo una dejada a la que el balear llegó cuando parecía imposible para poner un gran tiro al otro lado, ante el que Nole se tuvo que estirar para hacer un globo al que Rafa no pudo responder. Agotador contarlo. Era Nadal el que estaba contra las cuerdas. Y también subió el nivel para salvar la primera en la red, en una acción que acabó con Djokovic por los suelos aplaudiendo a su gran rival cuando el ojo de halcón confirmó que la pelota había ido a la línea (vídeo al final). Un revesazo paralelo del número uno le sirvió para llevar al 40-40 y que el público no pudiera creer lo que estaba viendo. Logró mantener su saque Nadal para ponerse 6-5 y forzar un tie break al límite que comenzó con algún regalo (una derecha a la red de Rafa y una doble falta de Nole) y que el serbio se puso de cara presumiendo de revés. Menudo tiro a dos manos tiene. Es de los pocos que puede hacer frente a la derecha de Nadal. Tiró un cruzado, repitió con más fuerza todavía por ahí y cuando sacó de sitio al zurdo, ganó el punto con el paralelo. Se puso 5-4 con dos saques para llevarse el partido. Y ya no perdonó. Se llevó esta batalla, pero quedó la sensación de que en Australia la pelea continúa (sólo pueden verse en la final).
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