Real Madrid

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El Real Madrid, derrotado y herido frente al Levante (1-0)

Perdió el partido, el liderato y se marchó lesionado Hazard

La Liga Santander - Levante v Real Madrid
Hazard y Miramón en el Levante-Real MadridJON NAZCAReuters

Morales sacó el cañón y, en cambio, a Courtois no le dio tiempo a sacar las manos. Y el Real Madrid va a remolque del Barcelona al Clásico. Cayó frente al Levante, al que no supo ganar en sus mejores minutos porque no encontró el gol y después la ansiedad, la continua falta de puntería, el cansancio y la lesión de Hazard fueron como pequeñas puñalada que fue recibiendo el conjunto de Zidane hasta que Morales tumbó al equipo blanco en el peor momento. El miércoles llega el City y el domingo que viene el Barcelona, con dos puntos por encima. Y sin Hazard: el buen tono con el que marchaba la temporada se ha ensombrecido en los dos últimos encuentros, el prólogo de lo más importante. El empate contra el Celta y la derrota contra el Levante instalan al Real Madrid en una zona que había abandonado hacer varios meses: las de las dudas y la de la falta de puntería. Y sin saber si podrá contar con Hazard.

Casualidad o no, la lesión del belga coincidió con el bajón definitivo del Real Madrid después de un partido con buen tono, con mucho tiempo en el área contraria y con el portero local Aitor Fernández convertido en el héroe de su equipo. Pero el dinámico delantero blanco empezó a cojear, dejó de correr y se fue apartando del juego. Se probó varias veces, pero era imposible: ni podía tocar la pelota ni podía dar una zancada. Y fue como si al Real Madrid se le cayese el mundo encima. Hasta entonces, no le afectó a su seguridad las ocasiones falladas o que los minutos pasasen cada vez más rápido. Parecía un equipo convencido de que podía ganar, pese a algunas llegadas del Levante. Pero no pudo más Hazard, sustituido y a la espera de que le hagan revisiones y ver si llega al miércoles y al domingo, y no pudo más el resto del equipo. Se rompió el Madrid, entregó el partido y ahora la temporada vuelve a ser un esfuerzo continuo, levantarse de nuevo.

Zidane no reservó, que por el equipo no fuera. Sólo se quedó Valverde en el banquillo, con más cansancio que el resto porque ha sido padre esta semana. Salió al final el uruguayo, a la desesperada, cuando el equipo buscaba el empate agarrado a Vinicius, sin éxito.