Se cumplen 18 años del primer triunfo de Nadal en un partido ATP, cuando decía: “Me gusta más la pista cubierta y la hierba que la tierra”

El torneo de Mallorca decidió dar una invitación para el ATP 250 que celebraba en 2002 a uno de las jóvenes promesas locales que se llamaba Rafa Nadal. Era el 762 del mundo y con 15 años, 10 meses y 26 días se enfrentó en su estreno al paraguayo Ramón Delgado, que era un “top 100” (81 del ránking en ese momento, llegó a ser el 52) y que en su currículum tenía haber vencido a Pete Sampras, el número uno del mundo, en el Roland Garros de 1998. Por mucho que al estadounidense no se desenvolviera bien en tierra, fue una hazaña. El encuentro duró una hora y 23 minutos y el español venció por un doble 6-4. En la siguiente ronda fue eliminado por el belga Rochus (6-2 y 6-2).

Todo en Nadal ha sido precocidad. En ese momento se convirtió en el segundo jugador más joven de la historia en ganar un partido ATP. El récord lo había logrado apenas unas semanas antes Richard Gasquet, en Montecarlo, al conseguirlo con 15 años y 9 meses. El francés era uno de los grandes rivales de Nadal en la infancia, aunque la diferencia una vez que dieron el salto a profesional ha sido notable. Rafa disputó ese 2002 nueve torneos Futures y conquistó seis y al concluir el curso ya estaba el 238 del mundo. “Se veía que era un chico con una energía sobrenatural, tenía un nivel diferente. Es un genio del tenis”, confesó su primera víctima, Delgado, años después en una entrevista a la web de la Copa Davis. En 2003, Nadal ya tendría más presencia en el circuito ATP (25 partidos, 14 victorias) y jugaría torneos Challenger como el de El Espinar, que ganó; en 2004 llegaría el debut en la Copa Davis y la primera Ensaladera sumando un punto en individuales en la final, y también el primer título (Umag); y en 2005 la explosión definitiva, el primer Roland Garros. La leyenda.

P.D. Hay una declaración de Nadal de esa época de 15-16 años en la que dice: “A mí me gusta más pista cubierta o hierba que jugar en tierra... Aunque la tierra también me gusta”.