F-1

Fernando Alonso

Alonso ya es la estrella en Renault

El español está en Italia para apoyar a Renault durante el Gran Premio. El equipo está volcado en su vuelta en 2021

Fernando Alonso, con el equipo Renault en el circuito de Imola
Fernando Alonso, con el equipo Renault en el circuito de ImolaHANDOUTREUTERS

Fernando Alonso se enzarzaba esta semana en las redes sociales con un seguidor que menospreciaba su actividad en las pistas fuera de la Fórmula Uno. El asturiano le contestaba esgrimiendo sus éxitos en este tiempo y razón no le falta. Campeón del mundo de resistencia, dos veces ganador de Le Mans, vencedor en Daytona y ahora, lo que desconoce el crítico, es un piloto más completo. El bicampeón del mundo con Renault conoce otros métodos de trabajo, ha gestionado las llantas de 18 pulgadas que llegarán a la F-1 con el Toyota de Le Mans y ha entrado en contacto con otras tecnologías que le han aportado más conocimiento.

Si ya haber ganado dos títulos y haber permanecido en la élite de la F-1 durante al menos 15 temporadas es un plus, Alonso regresa mucho más fuerte que antes. Y eso, frente a los pilotos titulares de Renault, Ricciardo y Ocon, es una gran ventaja que la estructura gala ya está explotando. Así lo reconoce el propio Esteban Ocon. Desde que Alonso terminó su aventura en la Indy500 ha empezado a trabajar de lleno con la escudería de F-1 y todos en la sede de Enstone lo han notado. No sólo para prepararse él mismo, sino también porque esa preparación repercute en el trabajo del equipo. Alonso ha pasado ya muchas jornadas en el simulador, «rodando» en los circuitos donde se disputan las siguientes carreras y, de repente, los pilotos titulares se han encontrado con una gran parte del trabajo hecho, sin atajos, sin errores y con una gran aportación a nivel de información que favorece el trabajo en pista. Un grado de precisión al alcance de muy pocos.

Alonso ha mantenido durante estos meses lejos de la F-1 un gran estado de forma físico y mental y a la vista está que ni Le Mans, ni Daytona, ni la Indy500 ni el Dakar han podido con él. El proceso de preparación para su vuelta está siendo meticuloso y hoy mismo se encuentra en Imola con el equipo durante el Gran Premio Emilio Romagna, que se disputa este fin de semana en el mítico trazado Enzo y Dino Ferrari, aquel donde protagonizó uno de los duelos más intensos en la historia con Michael Schumacher. Fue en 2005 y las últimas diez vueltas de la carrera llevaron al asturiano al título.

En Renault están volcados con Alonso y Alonso con ellos. La próxima semana entrenará en Bahréin con el RS18, el monoplaza de hace dos temporadas, aunque el coche no tenga las enormes mejoras que presenta el actual. Servirá al asturiano para recuperar forma, encontrar los límites del coche, las referencias de frenada y, probablemente, para probar alguna pieza nueva que puedan «colar» a la FIA dentro del entramado técnico del coche. Además, lo hará sin límite de kilómetros, al contrario de lo que ocurrió la pasada semana cuando probó en Barcelona el chasis de 2020, ya que se trataba de un día de rodaje publicitario y la FIA restringe estos «eventos» para que los equipos no lo tomen como un ensayo real. Algo que, por otra parte, no tiene mucho efecto porque es el equipo de grabación el que se adapta a la planificación técnica del día. Aunque sólo fueran 20 vueltas, en ese tiempo pueden obtenerse resultados.

Alonso sabe que el Renault no es un coche para ganar, sin embargo, en 2022, cuando cambian las reglas para todos, cree que tendrá una oportunidad para adaptarse mejor a los nuevos requerimientos de conducción, degradación de neumáticos y comportamiento de los coches. Es la baza con la que juega, sus dotes de pilotaje y capacidad para conocer cuanto antes el funcionamiento de los monoplazas que resulten del nuevo reglamento. Hasta entonces buscará algún podio y tratará de recuperar la referencia que haya podido perder con los coches más rápidos del planeta.