Piragüismo

El K4 se venga de Alemania y de los Juegos de Tokio para proclamarse campeón del mundo

Además, España sumó el oro del C2 200, con Cayetano García y Pablo Martínez, y la plata de Sara Ouzande y Teresa Portela en el K2 200.

Saul Craviotto, Carlos Arevalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade, campeones del mundo en K4
Saul Craviotto, Carlos Arevalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade, campeones del mundo en K4Darren CalabreseAgencia AP

En un solo día de competición y con la jornada final del domingo por disputarse en Halifax (Canadá), España igualó las medallas de los últimos Campeonatos del Mundo de esprint en un día de gloria para el piragüismo nacional con la conquista del oro en el K4 500 con Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade, y por primera vez del C2 200, con Cayetano García y Pablo Martínez; más la plata de Sara Ouzande y Teresa Portela en la final del K2 200.

El K4 500 con Craviotto extendiendo su leyenda con su undécima medalla en un Mundial, derrotó a la que era su bestia negra, Alemania, tras acabar en la segunda plaza en los Juegos Olímpicos de Tokio y antes en el Mundial del 2019.

La buena línea mostrada en mayo en la Copa del Mundo de Racice (República Checa), la confirmaron Craviotto, Arévalo, Cooper y Germade en una final impecable, con buena salida, en segunda posición hasta la mitad de la prueba cuando nadie pudo seguir el cambio de ritmo que les hizo campeones con una marca de 1:20.83. Alemania, con Max Rendschmidt, Tom Liebscher, Jacob Schopf y Max Lemke, acabó a 43 centésimas de segundo, y tercera fue Ucrania, que defendía título, a 55 centésimas.

47 años después

Las alegrías para el deporte español se encadenaron. Si el K4 500 lograba un oro que no se daba desde 1975, el C2 500 de los sevillanos Tano García y Pablo Martínez firmaban un histórico primer puesto en un éxito jamás logrado por el piragüismo nacional. Con un tiempo de 1:46.32, 48 centésimas por delante de los polacos Wiktor Glazunow y Tomasz Barniak y 58 de los chinos Kao Liu y Bowen Ji, los dos jóvenes confirmaban las buenas sensaciones con las que llegaron a la cita.

Gran mérito tuvo la plata conseguida por Teresa Portela y Sara Ouzande en K2 200, compitiendo minutos después de quedarse a puertas de las medallas en el K4 500 junto a Carolina García y Laia Pelachs, cuartas, a solo tres décimas de las preseas en una prueba dominada por Polonia, con Australia segunda y México sorprendiendo con un meritorio bronce.

El espíritu de superación y el hambre de éxito impulsó a Portela y Ouzande para acabar logrando un gran resultado en el K2 200, cayendo al agua incluso por el esfuerzo final, segundas a 20 centésimas de las húngaras Blanka Kiss y Anna Lucz (38.76) y superando en la misma línea de llegada a las Andreanne Langlois y Toshka Hrebacka.

Junto al K4 500 femenino, el mal sabor del cuarto puesto lo recibió Sete Benavides en C1 200, penalizado por una mala salida que le hizo ir a remolque toda la final y con una reacción en los cien metros finales que le hizo acariciar las medallas (39,60 segundos), a 0,16 décimas del bronce del kazajo Viktor Stepanov. El más rápido fue el el polaco Oleksii Koliadych (39.25 segundos).

Mientras, Marcus Cooper pagó el gran esfuerzo realizado para lograr el oro en el K4 en su final de K1 500, desfondado tan solo media hora después del gran éxito, último a 25.43 segundos del campeón, el checo Josef Dostal. También fue dura la prueba para Paco Cubelos en el k1 1000, lejos de la pelea por las medallas, a 6 segundos del vencedor el húngaro Balint Kopasz (3:38,93), en una final en la que fue de más a menos.

En las finales B, Manuel Fontán se llevó la del C1 500 con un tiempo de 2:01,11, aventajando en 1,26 segundos al palista de Taipéi Kuan Lai; mientras que Isabel Contreras acabó segunda en K1 500.

En paracanoe no llegaron medallas. Higinio Rivero fue cuarto, a cuatro décimas del bronce en VL2 200, Inés Felipe octava en KL2 200 y Adrián Mosquera y Javier Reja, cuarto y noveno, respectivamente, en VL3 200.