Entrevista

Sánchez-Migallón: “La cabeza es un factor más y si la entrenas y controlas el estrés tienes mucho ganado”

El especialista defensivo de los Hispanos, que estudió psicología, analiza las claves del duelo de cuartos de final del Mundial ante Noruega. “Construimos las victorias desde la defensa”, dice

Miguel Sánchez-Migallón defiende a Stevan Vujovic en el España - Montenegro del Mundial
Miguel Sánchez-Migallón defiende a Stevan Vujovic en el España - Montenegro del MundialPiotr HawalejAgencia AP

Miguel Sánchez-Migallón (Ciudad Real, 27 años) empezó a jugar al balonmano siguiendo los pasos de su hermano, que era portero. En su primer día probó en esa posición, pero vio que no era lo suyo. Jugaba en el Balonmano Pío XII y llamó la atención de Talant Dujshebaev y Raúl González, que lo ficharon para la cantera del Ciudad Real y pronto le dieron la oportunidad en el primer equipo. En 2021 se reencontró con Talant en el Kielce polaco, su actual equipo (después de estar en el BM Aragón y el Naturhouse La Rioja) en un verano de locura porque tuvo que acudir a toda prisa a Tokio para disputar los Juegos con los Hispanos. Fue su primer gran campeonato con España y logró un histórico bronce. El año pasado repitió en el Europeo (plata). El de Polonia y Suecia es su primer Mundial. La selección ya está en el punto de no retorno: los cuartos de final ante Noruega (miércoles 25 de enero a las 18:00, Teledeporte). La clave será la defensa. Y Miguel es el especialista defensivo...

¿Cómo fue esa llamada para los Juegos en 2021?

Me pilló que acababa de llegar a Kielce, me estaba instalando cuando me llamaron para suplir a Viran [Morros] porque se había lesionado. Fue un poco caos, muchos nervios, tuve que viajar desde Polonia a España, luego de España a Tokio... Desde que salí de Polonia hasta que llegué a Tokio fueron 40 horas de mucho estrés. Conseguí llegar, debuté contra Argentina, pasó todo muy rápido y es algo que me voy a llevar para toda la vida.

Y además, hay que adaptarse rápido al equipo.

Todos los que entramos en campeonatos importantes ya hemos tenido experiencias en otros campeonatos con la selección. Nadie viene aquí de cero a cien, entonces ya has tenido contacto con el grupo, ves cómo van las dinámicas... Eso lo facilita bastante, pero es cierto que el momento de dar el paso de competir en un gran campeonato, este es un grupo que acoge muy bien a la gente, todos los chavales que entran se acoplan muy bien y esa es la gracia también, que somos una piña.

Lleva dos grandes campeonatos y dos medallas. Noruega es el último obstáculo para luchar por la tercera...

Es un equipo que lleva en el top mundial del balonmano los últimos años, siempre está entre los que luchan por las medallas. Tiene a Sagosen, que es su gran figura, un jugador al que todos conocemos, es muy vertical, combinativamente también juega bien, buena finta... Digamos que lo hace todo bien. Es muy completo y muy complicado de defender. Para contrarrestarlo tendremos que estar muy juntos, con muchas ayudas. Y además, como todos los equipos nórdicos tienen muy buenos extremos, una portería bastante fiable, van rápido al contraataque...

España ha mostrado mucha capacidad de adaptación en este Mundial...

Esa es una de las fortalezas. Al final somos jugadores con diferentes fortalezas y recursos y aportamos mucha variedad táctica a lo que es el conjunto del equipo. Además, nos sabemos adaptar a diferentes situaciones. Tenemos una riqueza táctica que nos puede dar mucho de cara a plantear diferentes soluciones cuando se presenten problemas en el partido.

La defensa, como siempre, ¿será la clave?

Nosotros tenemos muy claro que las victorias las conseguimos a través de la defensa, y cuando defendemos bien tenemos mucho ganado. Nos está funcionando bastante bien el 5-1 a ratos y el 6-0, estamos encontrando en cada partido la fórmula que mejor nos va. Creo que eso es incómodo para los rivales, porque tienen que preparar ataques ante dos tácticas diferentes, que no es muy común ahora en el panorama del balonmano mundial. La defensa, junto con la portería, que tenemos la mejor del mundo con Rodri y con Gonzalo, es la base sobre la que construimos todo. Obviamente también tenemos mucha riqueza táctica y muy buena calidad en los jugadores de ataque para encontrar soluciones y meter goles, que al final es de lo que se trata esto.

¿Le gusta que digan que es el “especialista defensivo”?

Sí. A ver, tampoco... Aquí tengo más rol de especialista en defensa y yo estoy muy cómodo. Ahora mismo el equipo está funcionando muy bien, en defensa nos estamos entendiendo muy bien, tanto Peciña, Gedeón, Maqueda, Imanol, Cañellas... Cualquiera que pueda defender en la zona central, estamos muy compenetrados pese a venir cada uno de un club diferente y eso se nota cuando ves jugar al equipo.

¿Qué se necesita para ser un buen defensor?

Es una mezcla. Hay que prepararse bien los partidos, es importante prepararse al rival, ver cuáles son las cosas que más suele hacer, los movimientos favoritos de cada jugador, quién suele tirar en los momentos importantes... Ese tipo de cosas. Y ahora mismo el balonmano está siendo más físico, por lo que tanto de fuerza como de velocidad de piernas tienes que estar bien preparado. Y luego la cabeza es un aspecto fundamental. Al final estás sometido a tantos partidos... Eso hace que tengas que estar muy concentrado durante mucho tiempo, a veces es complicado, y hay que hacer una buena preparación de partido, tener tus rutinas, tus herramientas para ser capaz de mantener la concentración durante los 60 minutos y si la pierdes, ser capaz de recuperarla.

¿Cuáles son sus rutinas?

Yo estudié psicología... Suelo hacer rutinas prepartido en las que, para llegar con el nivel óptimo de activación a cada partido voy haciéndome un chequeo de cómo estoy concentrado y cómo voy de activación física cada media hora a partir de dos horas antes del comienzo, suelo hacer siempre las mismas cosas justo antes de empezar... Son varias herramientas que muchos deportistas utilizamos y a cada uno le funciona la suya. Está cobrando bastante importancia este aspecto, se está viendo que no sólo lo físico y lo táctico es importante, sino que también es importante estar preparado psicológicamente. La cabeza es un factor más en el deporte y si eres capaz de entrenarla y controlar tu estrés tienes mucho ganado.

¿Cómo es Jordi Ribera?

Muy trabajador. Con una ética de trabajo muy grande. Es un apasionado del balonmano, ve muchísimo y analiza muchísimo y contagia a la gente de su alrededor y quieres tener el mismo compromiso que tiene él. El palmarés habla por sí solo.